Los farmacéuticos descartan cierres y exigirán los intereses de la deuda

Los farmacéuticos catalanes no convocarán cierres de oficinas ni denunciarán el contrato que tienen con el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut), a pesar de que la Administración pública les paga ya con cuatro meses de retraso, por los 35 días que marca el acuerdo. El 75% de los boticarios catalanes que ayer ejercieron su derecho a voto optaron por escoger las tres medidas más tibias de las cinco planteadas: convocar una manifestación conjunta en la Plaza Sant Jaume, reclamar los intereses devengados por los 302,7 millones de euros que les debe el Gobierno catalán y recoger firmas entre los ciudadanos para elevar al Parlament la petición de priorizar el pago de la receta farmacéutica.

Aunque días atrás, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, Jordi de Dalmases, avisó de que el sector tomaría medidas "contundentes" para protestar por una situación que les está "asfixiando" financieramente, solo el 51% de los boticarios se mostraron a favor de los cierres. Para ser aprobada, cualquier medida necesitaba dos terceras partes de votos a favor. Según de Dalmases, esta opción no ha prosperado porque el último cierre "no sirvió para solventar este problema, sino para agravarlo", ha argumentado. Mientras esta medida obtuvo la mayoría absoluta, solo el 41% votó a favor de denunciar el concierto con el CatSalut.

De Dalmases ha dicho también que entiende los problemas de financiación de la Generalitat, pero ha añadido que esa explicación "no sirve". El presidente del colegio barcelonés ha hecho una advertencia al Gobierno catalán y le ha pedido que si esperan que "los farmacéuticos respeten las instituciones, estas primero han de cumplir".