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Las dos últimas grandes ferias comerciales valencianas perfilan su fusión

La facturación en España del sector cerámico pasa del 50% al 15% del total "La crisis no está resuelta, ni mucho menos", afirma el presidente de Cevisama

Ignacio Zafra
Un trabajador monta un stand en la feria Cevisama.
Un trabajador monta un stand en la feria Cevisama. José Jordán

Las dos últimas grandes ferias comerciales valencianas preparan su fusión. O, como prefieren decir sus organizadores, la coincidencia en el espacio y el tiempo de los certámenes del Hábitat y de la cerámica (Cevisama). La concentración, que se suma a otras registradas durante la última década, es un síntoma del mal momento que atraviesa el tejido productivo valenciano y, quizá aún más, del declive del modelo tradicional de feria. Una tendencia que se veía venir a finales de los años noventa, cuando Generalitat y Ayuntamiento decidieron emprender una faraónica ampliación de Feria Valencia, marcada por los sobrecostes, que tuvo como resultado una infraestructura que ha permanecido infrautilizada desde que se inauguró.

“Facetas negativas no le veo”, declaró este viernes el presidente de Cevisama, Armando Ibáñez, en referencia a la posible coincidencia con Hábitat, “pero será Feria Valencia la que decida”. Ibáñez afirmó más tarde que veía un 50% de posibilidades en la fusión. La cosa parece, sin embargo, más avanzada.

Para entender la importancia de la unión hay que tener en cuenta que las ferias cerámica y del mueble fueron durante muchos años las dos grandes citas de Feria Valencia. La crisis del sector local del mueble local y de otras industrias tradicionales condujeron a su fusión con otros certámenes que también vivieron buenos tiempos —como el de la iluminación— para crear el paraguas de Hábitat, que reúne, además, la oferta de textil para hogar.

La nueva concentración, que se estudia para el año 2014, dejaría a Feria Valencia con un único gran certamen al año. Pero a cambio, como ayer apuntó Ibáñez, podría servir para revitalizarlas y darles “otra dimensión”. Uno de los problemas para que la opción se concrete es que deben ponerse de acuerdo los responsables de ambos certámenes y los de los sectores industriales que están detrás.

Ibáñez mostró ayer su disposición al acuerdo: “Por parte de Cevisama no va a haber ningún problema de protagonismo o de querer dominar nada. Nos pondremos de acuerdo como debe de ser y Cevisama se alegrara, por lo menos yo particularmente”, aseguró. La directora de Cevisama, Carmen Álvarez, insistió en que, aunque se celebren a la vez, cada certamen mantendrá su independencia.

La feria de la cerámica se inaugurará el martes con 673 expositores, un 8% menos que hace un año. Ibáñez, que fue durante años director gerente de Saloni, explicó que aunque la industria azulejera está soportando mejor la crisis que otras actividades, gracias sobre todo al mercado exterior, “el problema no está resuelto, ni mucho menos”. “Es cierto que el ímpetu exportador está salvando los muebles, pero no basta para compensar la caída del mercado interno", dijo Ibáñez, quien estimó que las ventas en España han pasado de representar el 50% del total para los fabricantes autóctonos a solo el 15%.

Una tercera parte de los expositores de Cevisama serán extranjeros, con Italia como primer país foráneo. Ibáñez señaló que se conformarían con repetir los números de la edición anterior, con 70.000 visitantes profesionales, 13.000 de ellos extranjeros.

La primavera árabe afecta a Cevisama

El presidente de Cevisama, Armando Ibáñez, aseguró que la inestabilidad, incluso en lugares lejanos, afecta a la feria cerámica valenciana, la más importante de España. Ibáñez contó que dos empresas egipcias, el país que abanderó la primavera árabe, han descartado asistir a la edición de este año por no tener garantizado que sus productos fueran a llegar a destino. El mismo efecto negativo produce, añadió Ibáñez, la guerra civil en Siria o incluso la de Afganistán, “que acaba teniendo influencia”.

Las empresas extranjeras ocuparán el 30% de los expositores de la edición de este año de Cevisama, y entre ellas habrá firmas chinas que fabrican productos de calidad, según los responsables de la feria. Ibáñez señaló que en ediciones anteriores han denunciado a empresas del país asiático por copiar productos españoles patentados y por dumping. A pesar de haber ganado las demandas, Ibáñez afirmó que aquellas victorias apenas tuvieron efecto por la falta de cooperación de las autoridades chinas. “Parece que lo ven casi como un mérito”, agregó.

Cevisama también recibirá, a través de la llamada Business Contract Area, la visita de interioristas, arquitectos y promotores de edificios públicos y hoteles.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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