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La Generalitat pagará los 235 millones a Trias si Rajoy relaja el objetivo de déficit

El alcalde de Barcelona asumirá gastos de la Generalitat aunque después no recupere el dinero "No somos el banco del Gobierno catalán”, dice Trias a quien la oposición pide más exigencia

El presidente de la Generalitat, Artur Mas y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias en un momento de la reunión.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas y el alcalde de Barcelona, Xavier Trias en un momento de la reunión.TONI GARRIGA (EFE)

La Generalitat le debe a la ciudad de Barcelona 235 millones de euros y esta cantidad solo entrará en las arcas del Ayuntamiento si el Gobierno de Mariano Rajoy relaja el objetivo de déficit que debe cumplir Cataluña. Artur Mas, presidente de la Generalitat, se expresó ayer con esa franqueza en una comparecencia conjunta con el alcalde Xavier Trias para hacer un repaso de las relaciones entre las dos instituciones. Trias se mostró comprensivo con Mas y la oposición le criticó por su actitud “sumisa” y falta de exigencia frente al Gobierno de Cataluña.

El presidente catalán reiteró su queja de que el Estado no aplique a las comunidades autónomas la misma flexibilidad en el cumplimiento del déficit que Rajoy obtiene de la Unión Europea. “Somos serios. Queremos pagar las deudas”, dijo Mas que aludió a que las finanzas catalanas no dan más de sí tras el pago de las nóminas y los conciertos.

Los anticipos

CEIP Mediterrània. Barcelona adelanta 4,6 millones de euros de la construcción del colegio que debería pagar Enseñanza. La Generalitat supedita la suma a "la existencia de crédito".

Spanair. En noviembre del 2011, la ciudad presta a la Generalitat 25 millones para la aerolínea. Se desconoce cómo serán devueltos.

Dhub. La Generalitat adeuda, desde los tiempos del Tripartito, dos tercios del coste del edificio de Glòries (unos 66 millones de euros).

F1.  Barcelona da cuatro millones de euros al Circuito de Montmeló, que deja de aportar la Generalitat.

La reunión terminó con los mismos compromisos con la que se saldó la cita que celebraron los dos dirigentes en julio de 2011. Una comisión mixta estudiará todos las obras pendientes y determinará su urgencia. Trias situó la prioridad en los programas de ayuda social y los de reactivación económica.

El impago de la deuda ha sido fuente de críticas de la oposición municipal, que entiende que la ciudad está sufriendo doblemente la crisis. Sin embargo, Trias subrayó que la reunión con Mas no era exclusivamente para reclamarle esas partidas. “No venimos solo a pedir dinero o a ver cómo nos pagan lo que nos deben, sino a ver cómo podemos trabajar juntos”, dijo. El alcalde se mostró comprensivo con los problemas económicos de la Generalitat y se puso “al servicio del país” para “compensar” su debilidad financiera.

“Esto se explica mal; el Ayuntamiento no hace de banco”, se defendió Trias en alusión a una de las acusaciones de la oposición. El primer edil puso el ejemplo de que seguirá asumiendo los pagos que la Generalitat no pueda afrontar como el caso de las becas-comedor. “Eso lo pago yo. No espero que me lo devuelvan”, remachó ante la partida de 5,1 millones de euros aportada por el Consistorio en ese capítulo.

El Ayuntamiento compensará la debilidad financiera del Ejecutivo de Mas

El discurso de Trias se alejó drásticamente del que pronunció en el último Pleno de 2011, cuando no descartó recurrir a los tribunales si la Generalitat no asumía sus deudas. El alcalde se mostró tan cómplice con Mas que se alineó por completo en su reivindicación de un nuevo modelo de financiación y supeditó el calendario de devolución de la deuda a que el Gobierno de Rajoy relaje el cumplimiento del objetivo de déficit, hoy por hoy, coincidieron los dos convergentes, inasumible.

Mas y Trias recriminaron a los socios del antiguo Tripartito que reclamen ahora inversiones cuando no las ejecutaron en la época de bonanza. La queja es recurrente y ya en 2011 Trias dio con una fórmula para desencallar la construcción de la Escuela Mediterránea, en la Barceloneta. La obra fue un viejo compromiso del Tripartito, que nunca llegó a financiar. El alcalde recurrió entonces a una suma que le adeudaba el Puerto de Barcelona para edificar el colegio y firmó un convenio con la Generalitat donde se estipulaban unas condiciones de pago difusas. Las dos instituciones decidieron reactivar ayer una comisión bilateral para revisar los convenios y obras pendientes. Ese anuncio ya se realizó en julio de 2011 tras la primera cita entre Mas y Trias. El órgano se volvió a reunir en diciembre de 2011 y celebró varias sesiones de seguimiento en 2012..

La oposición pide más exigencia

camilo s. baquero

Un encuentro estéril y protocolario para el Partido Popular (PP). O de baño y de masaje para el Partit dels Socialistes (PSC). La oposición no ahorró adjetivos para criticar la reunión entre Mas y Trias. El PP, para empezar, cuestiona que la deuda sea de 235 millones. Según fuentes del partido, esa partida corresponde a la “deuda vencida”, pero no a la real. “Trias renuncia a defender los intereses de los barceloneses aceptando que la Generalitat no invierta en Barcelona mientras el Ayuntamiento asuma los incumplimientos del Gobierno catalán”, dijo el popular, Alberto Fernández Díaz.

El socialista Gabriel Colomé criticó que el alcalde “reconozca una deuda de 235 millones, diga que seguirá avanzando dinero si la Generalitat lo necesita y tire la pelota fuera cuando se le pregunta cuándo se irá enjuagando la deuda”. El ecosocialista Ricard Gomà apoyó que Trias garantice los servicios básicos, pero sin “una actitud de complicidad y complacencia”. “Es mucho más un alcalde de CiU que el alcalde de Barcelona”, dijo. UpB fue el único que se mostró comprensivo con Trias y culpó a Madrid de los impagos de Mas.

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