Mas tilda de “nacionalismo rancio” la Ley de Acción Exterior de Rajoy

Artur Mas, presidente de la Generalitat, ha arremetido con dureza contra la decisión del Ministerio de Exteriores de querer controlar y supervisar las actuaciones en el extranjero de las comunidades autónomas. El presidente catalán ha afirmado que la pretensión del Gobierno de Mariano Rajoy "sí que es el signo del nacionalismo español más rancio, obsoleto y cerrado. Es completamente absurdo. No se pueden poner puertas al campo".

El proyecto de Ley de Acción de Servicio Exterior aspira a tutelar la acción de las comunidades en los países extranjeros. Cataluña dispone actualmente de cinco delegaciones de carácter institucional (París, Londres, Berlín, Bruselas y Nueva York) y una red de 35 oficinas comerciales repartidas por todo el mundo que prestan ayuda a los empresarios e inversores. Exteriores pretende supervisar ahora los viajes de los presidentes autonómicos con antelación y vetarlos si contravienen las directrices de La Moncloa. Estupefacto, Mas ha recordado que Cataluña es la economía más importante del sur de Europa y, por supuesto, —ha dicho—, de España. "Barcelona es la marca más importante de España. Gracias a Barcelona y Cataluña, España tiene más proyección internacional", ha señalado.

Según Mas, el Gobierno de Rajoy está utilizando el pretexto de la "coordinación para en realidad "controlarlo todo". Pese al plan de Exteriores, la Generalitat está elaborando un programa para potenciar en 2014 la marca Cataluña, del "brazo" de la de Barcelona, coincidiendo con la celebración de la consulta soberanista. En ese sentido, Mas ha revelado que este jueves se reunirá con el Rey Juan Carlos en una visita de cortesía propia de inicio de mandato. Sin embargo, ha señalado que si se dan "las condiciones" informará al Monarca de las "ganas" que tiene Cataluña de "expresarse" y de hacer "su propio camino, que no quiere decir camino aislado".

El presidente catalán ha realizado estas declaraciones tras reunirse con el alcalde de Barcelona, el convergente Xavier Trias. La Generalitat adeuda al Consistorio barcelonés unos 230 millones de euros y ha admitido que no podrá retornar esa suma mientras el Gobierno central no modifique las condiciones de cumplimiento del déficit. Es decir, que el Estado asuma un porcentaje mayor que el actual en beneficio de las comunidades autónomas.