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“Tenemos herramientas para ser un Estado”

“Euskadi es una realidad diferente a Cataluña. Debe seguir su propio camino”, asegura el 'lehendakari'

Iñigo Urkullu, durante la entrevista concedida el pasado jueves a EL PAÍS, en Ajuria-Enea.
Iñigo Urkullu, durante la entrevista concedida el pasado jueves a EL PAÍS, en Ajuria-Enea.l. rico

Recibe en Ajuria-Enea. Sobre su mesa, las directrices de sus primeros Presupuestos: su principal obsesión, ahora. En su acción política inmediata, el encuentro con Mariano Rajoy: pacto de Estado, crisis y presos.

Pregunta. ¿Se ve de otra manera el país? ¿Está en situación de emergencia nacional, como dijo en campaña?

Respuesta. Está en situación económica muy debilitada. No solo las Administraciones, sino que afecta a los ciudadanos, a las empresas, ahí tenemos los ERE. Hay una falta de financiación para empresas, pequeñas y grandes, y autónomos. También el IVA ha castigado el comercio y cómo la falta de la paga de Navidad ha afectado al consumo en estas fechas. Es una situación muy delicada.

P. ¿Han gobernado mal los socialistas?

R. Han gobernado sin un programa sólido, empastado. Han gobernado gracias al apoyo parlamentario del PP, pero condicionado durante la legislatura por las relaciones entre los dos partidos a nivel español, sobre todo por las lecturas que hicieron a partir de las elecciones de 2011 y sobre todo desde las generales. Y, por mucho que contara con 38 escaños, era un Gobierno con muchas debilidades programáticas.

P. Pese a todo, el PNV necesita de una mayoría. ¿Es posible que lleguen a un acuerdo con el PSE?

R. Yo creo que sí. Yo aspiro a un acuerdo con todas las fuerzas y, por lo tanto, con ellos. No por el hecho de haber tenido su responsabilidad en el Gobierno anterior o por esa voluntad de desalojo con la que asumieron el Gobierno a pesar de haber ganado el PNV voy a poner objeción en entenderme con el PSE. En el pasado, el PSE ha ejercido tareas institucionales y una política de responsabilidad, y creo que el PNV y el PSE pueden entenderse.

P. Josu Erkoreka, su mano derecha, ¿es más útil en Vitoria que en Madrid con una mayoría absoluta del PP?

R. Josu Erkoreka es conocedor de la Administración pública vasca, de la que procede y en la que tuvo puestos de responsabilidad. Además, conoce los ámbitos de negociación por parte del PNV y entre Gobiernos vascos y españoles, tanto del PSOE como del PP. Es una garantía tanto para los objetivos de la Administración como de la negociación con el Gobierno español. Es un valor.

Le diré a Rajoy que mire al Reino Unido con el derecho a decidir de Escocia”

P. ¿Asume la presión que va a tener desde EH Bildu en las exigencias soberanistas?

R. Está en el guión. No porque EH Bildu quiera convertirse en adalid de las reivindicaciones identitarias nacionalistas me voy a dejar impresionar. No me siento condicionado en mi condición de nacionalista y abertzale por la estrategia que vayan a querer llevar. Como lehendakari sí soy consciente de lo que represento, de mi compromiso ideológico con la formación de la que he sido presidente hasta hace poco, pero represento también la voluntad de los vascos y vascas, de la necesidad de respuesta para todos.

P. ¿Va a ir tan lejos como Artur Mas en la apuesta soberanista?

R. Euskadi es una realidad diferente a Cataluña. Es un hecho nacional como lo es el catalán y el español, pero diferente. Tiene que hacer su propio camino. Como lehendakari intentaré hacerlo sumando fuerzas, buscando acuerdos, ya sean nacionalistas o no…

P. Por cierto, ¿nota que Mas ha levantado el pie?

R. No sé más que lo leo en los medios y no tengo más elementos de juicio, pero no quiero guiarme por lo que leo y escucho.

P. ¿El debate soberanista oculta la falta de acuerdo fiscal?

R. Es la consecuencia de esta situación. El propio Gobern anterior venía demandando el pacto fiscal dentro de la radiografía del déficit fiscal que llegó a caracterizarse con la figura de un expolio fiscal. En mayo pasado incluso lo hablé con Mas y Duran Lleida en cuanto a la voluntad de CiU y de la Generalitat de alcanzar un pacto fiscal con el Gobierno español, pero ya hemos visto la respuesta de Mariano Rajoy a la propuesta de Mas en su reunión en La Moncloa. A eso hay que unir la actitud del Gobierno del PSOE en legislaturas anteriores de decir que se iba a respetar la voluntad de Cataluña, de haber seguido la estela del PP cuando recurre al Constitucional una voluntad expresada en el Parlament, de la sentencia contra el Estatut que ha motivado un estado de ánimo…

P. ¿Ha fallado la acción política?

R. Sí. Ha fallado la política, el diálogo, la voluntad de acuerdo, consideración del hecho diferente como es la singularidad catalana, como una realidad. Hasta el propio secretario general del PSOE y exministro está planteando ahora la conveniencia, 30 años después, de hacer una revisión de lo que es el encaje de los hechos nacionales catalán y vasco en el Estado.

P. ¿Queda tiempo para una alternativa?

“No voy a poner objeción en entenderme con el PSE”

R. Claro. La vengo demandando desde hace cuatro años y ahora como lehendakari insisto en ella. Como presidente del PNV he demandado un pacto de Estado tomando como referencia los pactos de La Moncloa en la Transición. Ahora estamos viviendo una situación de crisis económica, financiera, de modelo económico, institucional, que han derivado en este planteamiento de reforma de la Administración por parte del PP que preside muchas autonomías y que refleja que este Estado ha hecho quiebra.

P. ¿En qué se traduciría ese pacto de Estado en la cuestión soberanista?

R. En nuestro caso insisto en la voluntad de bilateralidad, que haya un sistema de garantía recíproca. El propio Estatuto de Gernika, que es una ley orgánica, sigue sin estar cumplido 34 años después y al albur de las leyes de bases que los distintos Gobiernos han ido promoviendo. Bilateralidad es que ante un pacto suscrito nadie pueda alterar unilateralmente ese pacto. Nosotros aspiramos a una relación institucional normalizada con Navarra, con la que compartimos un territorio común del euskera…

P. ¿Pero lo puede llegar a entender Madrid?

R. Es el momento de que ya lo entienda. Después de 36 años de aprobar la Constitución hay dos hechos nacionales, el catalán y el vasco, que no se sienten satisfechos en cómo ha sido gestionado el encaje en el modelo de Estado.

P. ¿Estas reivindicaciones son las que dejan preocupado al ministro de Defensa?

R. Por sus declaraciones, sí. Lo que me parece preocupante es que sus declaraciones son leídas, por lo tanto de un texto escrito, que ha sido meditado. No es un calentón.

P. ¿La recentralización llega para frenar los ímpetus nacionalistas?

R. Es la consecuencia de la construcción de la opinión europea. Lo venimos diciendo desde el ámbito nacionalista. Estamos en un proceso donde los Estados tienen que ceder autonomía a la Unión Europea, más en este mundo globalizado y de crisis económica, donde vamos a una armonización fiscal de cada uno de los Estados y de sus presupuestos. Eso supone una cesión de soberanía, que crea también una tensión interna. Por eso, desde mi convicción nacionalista defiendo mi nación en Europa.

P. ¿Se imagina Cataluña y Euskadi en Europa?

R. Como nación, sí. Otra cosa es como Estado. Ese es el ejercicio que estarán reflexionando en Cataluña. Ahora, la realidad de la construcción europea de los 27 que ha tenido una estrategia de desplazamiento hacia los países del Este y que si nos pusiéramos en comparación con algunos de ellos por PIB, población, renta per capita, podríamos ser un Estado. Tenemos herramientas para serlo.

P. ¿Y el derecho a decidir, punto de partida?

R. El punto de partida es la voluntad de los ciudadanos, que pueda ser ejercitada y luego respetada. Para mí el modelo de referencia es el que se está siguiendo en Escocia, donde hay un acuerdo entre los Gobiernos escocés y británico para hacer uso del derecho a decidir. Y estamos hablando del Reino Unido, que es una unión de naciones.

P. ¿Así se lo va a explicar a Rajoy?

R. Sin ningún problema.

Los presos de ETA deben decidir y no pueden ser cautivos de una estrategia”

P. ¿Y sobre los presos de ETA qué le va a decir?

R. No solo le diré que seguimos insistiendo en la modificación de la política penitenciaria por el nuevo tiempo que vivimos ahora, sino como reivindicación permanente que ya estaba en el acuerdo de Ajuria-Enea, que ahora cumple 25 años y que fue suscrito en su momento por el PP. La política penitenciaria está basada en un texto que es la Constitución, que pretende la rehabilitación, la reinserción. El reconocimiento del dolor causado es la tarea pendiente de quienes están cumpliendo condena y pertenecen a una sensibilidad ideológica determinada. Pero la legislación penitenciaria son derechos que asisten a toda persona privada de libertad.

P. Si no se mueve la situación sobre los presos, ¿hay riesgo de marcha atrás en la situación de paz?

R. Espero que no. También estamos trabajando para que haya un liderazgo nítido, real, en el mundo de la izquierda abertzale por parte de quienes tienen una voluntad de guiarse solo por las vías políticas y democráticas.

P. ¿En qué se diferencia su apuesta sobre los presos de la de la izquierda abertzale?

R. En que es necesario no engañar siquiera a los propios presos hablando de amnistía, de excarcelación, de la vuelta a casa con una cierta ambigüedad, sin dejar claro que no hay salidas colectivas, que solo pueden ser individuales. Que los presos deben tener autonomía para decidir qué es lo que quieren hacer, que no respondan a una estrategia de la que sean cautivos. Hay diferencia en que desde el minuto uno vengo diciendo que es necesario reconocer el dolor causado sin que suponga una condena, sino haciendo una revisión crítica.

P. ¿Qué impresión sacó del ataque radical en Anoeta a una Ertzaintza con imagen de proximidad?

R. Me molesta como lehendakari y nacionalista que se utilice un evento deportivo, en un reconocimiento de la oficialidad de la selección vasca de fútbol, para unos hechos que pervierten una reivindicación legítima. Luego están grupos que espero minoritarios que distorsionan hechos claros: hubo bengalas prohibidas por ley…

P. ¿Se confió la Ertzaintza?

R. La consejera de Seguridad dará explicaciones en el Parlamento, donde ha pedido comparecer. He dicho que si ha habido errores en los procedimientos, que se corrijan.

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