Bienestar Social pone un parche para evitar una huelga de hambre
Dos trabajadores y una madre del Centro Ocupacional Los Silos aplazan su protesta La Consejería les pide nueve días para "promover" el pago de la deuda Los socios trabajadores avalaron una póliza con sus casas, que están a punto de perder
"Si tengo que morirme aquí de hambre me moriré", decía esta mañana Carmen Trinidad (71 años), madre de un chico con discapacidad, frente al edificio del Palau de la Generalitat Valenciana. El centro ocupacional en el que se encuentra su hijo lleva seis meses sin cobrar la subvención de la Consejería de Bienestar Social y la póliza de crédito que los trabajadores avalaron con sus propias casas está agotada y están a punto de quitárselas. Por eso Julián (37 años), el director del centro, Vicente (36) , un trabajador, y Carmen iban a comenzar esta mañana una huelga de hambre. Finalmente la han aplazado. Ayer lograron reunirse con Bienestar Social que se ha comprometido a "promover" la realización de los pagos pendientes a los centros ocupacionales en un plazo de nueve días. Si el pago no se realiza, los huelguistas aseguran que volverán.
La Consejería "no puede concretar" que el pago vaya a realizarse
"Estaba dispuesta a vender una caseta que tengo en el monte para que el centro continúe, porque para mi hijo ese centro es un todo", decía Carmen, rodeada de unas 50 personas que habían venido a apoyarles. El centro ocupacional Los Silos de Burjassot (Valencia) atiende a 40 adultos con discapacidad psíquica. Desde que se creó hace tres años ha funcionado, como los demás, mediante una póliza que se contrata para cubrir los gastos del centro hasta que se recibe el pago de la subvención pública con la que subsisten. Bienestar Social les debe más de 118.000 euros, el 40% de la subvención que les concedieron para el año pasado.
De los ocho trabajadores,
En la reunión de ayer entre la Coordinadora de Centros Ocupacionales de la Comunidad Valenciana y la Consejería se firmó un acuerdo, pero Bienestar Social no se moja: "La consejera a lo que se ha comprometido es a hacer todos los esfuerzos y a trabajar para darles una respuesta en nueve días". Pero que vayan a pagarles, según la Consejería, es algo que aun "no se puede concretar".
Dos de sus ocho trabajadores llevan sin cobrar su sueldo desde septiembre y seis de ellos no han podido recibir su salario desde junio. Son los socios trabajadores que como Julián, el director, han avalado la póliza con sus viviendas. "Esta situación ha pasado de límite a extrema porque están en juego nuestros propios bienes con los que avalamos la póliza que cubre los gastos del centro hasta que llega la subvención", contaba Julián, que explicaba que si los centros no pagan los gastos de IRPF no pueden optar de nuevo a las subvenciones. "Es una pescadilla que se muerde la cola".
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