La Xunta esquiva la ley para salvar asesores a dedo en entes que no pueden tenerlos

Las agencias de la Xunta, como las nuevas de Turismo y Modernización Tecnolóxica, no pueden tener personal de confianza elegido a dedo sin un proceso público. Pero el Gobierno gallego mantendrá los asesores que tenían ambos departamentos cuando eran secretarías generales, en las que sí se permite personal de confianza, y atribuirá ahora su sueldo a otra área aunque sigan trabajando para Modernización Tecnolóxica y Turismo. Así, el Gobierno gallego aprovecha la ventaja de crear una agencia sin sus inconvenientes.

Este truco laboral es la explicación de que este año aumente de 785.000 a 909.000 euros, un 15%, la partida para “personal eventual de gabinete” del presidente de la Xunta. El propio Feijóo tiene menos asesores —uno de ellos, Francisco Conde, ahora es conselleiro de Economía—, pero de él dependerán los que antes pagaban las secretarías de Modernización Tecnolóxica y Turismo. Así lo admitió ayer el secretario xeral da Presidencia, Valeriano Martínez, en su intervención ante el Parlamento para exponer sus Presupuestos de 2013 y tras las críticas de la oposición.

La serie de comparecencias la abrió la conselleira de Facenda, Elena Muñoz. La oposición le criticó que se queje de la caída de ingresos de la Xunta pese a que renuncia a subir impuestos a los más ricos y a que aceptó la financiación autonómica propuesta por el anterior Gobierno. Muñoz aseguró que enviará al actual Ejecutivo central varias “propuestas” para un nuevo sistema de financiación, aunque no las concretó, y dijo que si se aumentasen impuestos a las rentas de más de 100.000 euros y se rebajasen al resto se dejarían de ingresar 77 millones, pero tampoco aclaró el cálculo.

La comparecencia de Muñoz sirvió para comprobar cómo, pese a la consigna del PP de demonizar a AGE y obviar a su portavoz, Xosé Manuel Beiras, a su homólogo popular, Pedro Puy, le resulta difícil hacerlo si se habla de economía, área de la que ambos son profesores universitarios. Puy puso en duda el keynesianismo defendido por Beiras y tildó de “naíf” el practicado por el bipartito y los gobiernos de Zapatero, mientras que el nacionalista criticó la “ignorancia de la teoría macroeconómica” de los populares. Por su parte, la conselleira se centró en intentar refutar las críticas a los recortes concretos lanzadas por PSOE y BNG, que pusieron en duda que el PIB gallego solo vaya a retroceder un 0,9% este año.

Muñoz llegó a asegurar que “lo que nos llevó al paro y a la pobreza fue el incumplimiento del déficit público”. Y Puy remachó que “cuando había más ingresos que gastos había que haberlos destinado a amortizar deuda”.