El Síndic critica que los recortes pongan en peligro a la infancia

Los recortes sociales ponen en peligro a la infancia. El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, lo dijo el año pasado y lo ha repetido hoy. La situación lejos de mejorar empeora y, además, la Administración incumple la “mayor parte” de las recomendaciones realizadas por la institución. Ribó, acompañado por su adjunta para la defensa de los derechos de la infancia y la adolescencia, María Jesús Larios, ha presentado hoy a la presidenta del Parlament de Cataluña, Núria de Gispert, el segundo informe elaborado por la institución sobre los derechos de la infancia en Cataluña.

El documento constata que “la precariedad económica de las familias por la crisis” y “las políticas de austeridad presupuestaria de las administraciones” siguen poniendo en peligro a los niños, el colectivo más vulnerable. En cinco años, recuerda, la pobreza infantil ha pasado del 21% al 26,3% en Cataluña y "solo en el último año ha aumentado un 3%", asegura Larios. El documento también advierte que las políticas públicas de asistencia social se han reducido en sectores que están "en la línea de la exclusión social" y "agudizan" la situación. "Podemos entender que pueda haber recortes, pero hay un límite que no se puede traspasar". Y se ha traspasado. Por ejemplo, con la eliminación de las ayudas por menor a cargo,  la revisión de los criterios para acceder a la renta mínima de inserción o la disminución generalizada de las becas comedor y el transporte escolar, así como la subida de las tasas para acceder a una guardería. En este aspecto, reclama de nuevo la regulación de los centros que ofrecen este servicio sin "autorización". 

En el informe del año pasado, el Síndic ya advirtió que los recortes en la atención sanitaria eran un problema. Este año insiste en que le siguen llegando quejas de padres y madres por el retraso en la concreción de la fecha para la visita al especialista, en las intervenciones quirúrgicas o en la aplicación del  tratamiento, que “pueden ser necesarios para el desarrollo del niño”. Por ejemplo, el tratamiento reparador de la dentición temporal de una niña de cinco años. Además, denuncia la insuficiencia de pediatras en los centros sanitarios en días festivos o durante las vacaciones y la situación de un hospital (sin concretar cuál) por la saturación de sus servicio de urgencias, lo que provoca que “algunos pacientes adultos” hayan sido derivados a la planta de pediatría, bloqueando las camas para los niños que deben ser hospitalizados. Entre otros casos, el Síndic está investigando la denuncias de la Asociación de Diabéticos de Cataluña de las Terres de Ponent, por los problemas para conseguir “jeringuillas y tiras reativas para realizar controles o la falta de personas para hacer estos controles y administrar la insulina en las escuelas, cuando los niños aún no son autónomos”.

Al igual que el año pasado, el informe del Síndic de Greuges constata que la red pública de Centros de Salud Mental Infantil y Juvenil (CSMIJ) está saturada. Los recortes, dice, “parece” que han llegado a este sector, “cuando el sistema ya estaba al límite”. No solo hay dificultades de ingreso en los centros; no hay ninguna cama para menores de 12 años con problemas mentales. Una situación que considera “preocupante” porque no se atiende adecuadamente a los menores y adolescentes que lo necesitan. También lamenta que haya aumentado la “población infantil y juvenil que necesita ser atendidas en estos centros en los últimos años, “especialmente porque la capacidad de las familias para acudir a los centros privados se ha visto muy limitada por la situación laboral y económica actual”. Otros motivos de preocupación son:  el inicio de la medicación en niños con problemas mentales antes de los cinco años y la falta de centros públicos para drogadictos y para patologías duales.

"Obstáculos inamovibles"

El Síndic sigue constatando las “dificultades” para que niños y adolescentes con discapacidad participen en igualdad de condiciones en la sociedad, sobre todo en el ámbito educativo. “Hay obstáculos que parecen inamovibles”, como la ausencia de monitores. El informe destaca que un niño hasta los tres años que sufre multidiscapacidad no pueda ser atendido en una guardería. De hecho, dice, solo hay una especializada y es “privada”. Las quejas llegadas al organismo hacen referencia a la reducción de tutores en los centros de educación especial y también a los problemas de acceso a las becas de comedor. Se dan casos en los que los niños lo han disfrutado con normalidad, pero cuando acceden a la escuela ordinaria “se ven privados de esta servicio”. También denuncia la “falta de recursos educativos” para los síndrome de Down, especialmente en logopedia y psicopedagogía.

El informe de 2012 señala también que son necesarias más familias  de acogida para dar una mejor respuesta a algunas "disfunciones" detectadas en la estancia de menores en recursos asistenciales o de acogida.