“El sector pesquero está muerto”

La cofradía de pescadores de Algeciras (Cádiz) cuenta desde principios de esta semana con la primera presidenta o patrona mayor de una cofradía en Andalucía. María Oliva Corrales, de 49 años, no sólo tiene gran experiencia en la mar, donde comenzó a trabajar desde muy joven, sino también en los despachos. En el último año y medio ha sido vicepresidenta de esta entidad. La dimisión por motivos personales ha elevado a “su delfín” hasta el máximo puesto en unos momentos de especial dificultad. Así lo afirma la propia María Oliva, quien asegura que estará en el cargo “mientras quieran los compañeros”. Los estatutos le permiten gobernar la cofradía durante los próximos tres años.

Oliva está casada y tiene dos hijos de 21 y 14 años. Conoce el arte de la pesca desde que tenía ocho años. Desde su bisabuelo hasta sus hijos, todos se han dedicado a ella. Ayer, en el muelle pesquero del puerto de Algeciras, recordaba con añoranza los tiempos en los que “prácticamente se podía cruzar la dársena, saltando de cubierta en cubierta”. Apenas había una veintena de barcos amarrados.

“El sector está muerto, así que nos podemos hacer la idea de cómo está la cofradía”, afirmaba con gesto de preocupación. El gremio tiene muchos frentes abiertos. Por un lado, la falta de acuerdo para la renovación del Tratado de pesca entre la Unión Europea y Marruecos, causa principal del amarre de su propio barco, el Muñí. Por otro, el conflicto surgido en marzo de 2012 en las aguas que rodean El Peñón y que afecta de lleno a la flota de cerco y pequeños arrastreros locales. Pero lo que parece preocupar más a la nueva patrona mayor es la regulación horaria, aún pendiente de concretar por parte de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta.

“El mayor problema es que no se ha publicado aún el horario de salida y entrada del puerto, ni las 48 horas de parada; la actualización sobre las posibles salidas los viernes de los barcos; el cerco, o la flota de trasmallo, que quiere calar los domingos y tampoco sabemos nada”, afirma la presidenta, quien dice ser consciente de la tarea que asume. “Siento responsabilidad, pero no miedo”.

María Oliva sabe lo que es el pavor gracias a la fuerza del mar. “El peor momento de mi vida, lo viví a bordo de un barco en el Estrecho hace unos veinte años”, relata. “El temporal era tan fuerte que veía la hélice de grandes barcos que se encontraban cerca y me imaginaba como íbamos nosotros”, afirma la patrona mayor que, aquel día —como no— se encomendó a la Virgen del Carmen.

Aunque sus intereses personales se centran en la pronta renovación del Tratado de pesca con Marruecos —mantiene su barco amarrado y el 14 de diciembre de 2012 expiraron las ayudas del gobierno por la parada— Oliva se propone defender “a todo el sector pesquero”.

La nueva presidenta de la Cofradía de Pescadores de Algeciras es la primera mujer que ostenta un cargo así en Andalucía y cree incluso que ha sido una de las primeras en subirse a un barco de pesca para trabajar. “Fue en el Reina María, un barco de unos amigos de la familia en el que trabajaba mi padre”, afirma.

Oliva recordaba otros muchos barcos, como el primero que se compró junto a su marido, también pescador. Era el Juan del Pueblo, “un barco pequeñito de cerco, al que luego siguieron otros más grandes, cuando acabamos de pagarlo”.

La directiva ha cambiado la cubierta del pesquero por la oficina, desde donde defenderá a un sector que llegó a tener más de 400 barcos asociados a la Cofradía de Algeciras. En estos momentos apenas quedan unos 60. Como objetivo se ha propuesto que, al menos esas embarcaciones continúen con su actividad y puedan superar la crisis crónica que la flota algecireña viene sufriendo en los últimos años.