Sanidad no implantará “en principio” el pago de un euro por receta

El Consell que dirige Alberto Fabra no tiene previsto implantar, “en principio”, el pago de un euro por receta médica. Mientras la Comunidad de Madrid estrenaba este miércoles entre críticas de los usuarios la nueva tasa, con la que prevé ingresar unos 80 millones de euros, el consejero de Sanidad, Manuel Llombart, evitaba descartar de manera tajante que la medida se vaya a introducir en la Comunidad Valenciana. “Hasta ahora no hemos entrado a meditar cuestiones como esta y, en principio, no tenemos por qué pensar que se vaya a implantar”, afirmó el consejero en su visita a una farmacia de Valencia en la que hizo balance de la aplicación del sistema de receta electrónica.

Su antecesor al frente de Sanidad, Luis Rosado, fue algo más explícito el pasado junio cuando Cataluña implantó el nuevo pago y el Gobierno central anunció que recurriría la decisión ante el Tribunal Constitucional. Si bien coincidió en que la Generalitat Valenciana no tiene previsto cobrar el euro por receta, Rosado subrayó como “fundamental” que cualquier medida para reducir el coste del sistema sanitario se aplique en todo el país para que las prestaciones sean las mismas para todos los ciudadanos.

Llombart no se extendió más sobre la tasa y se centró en la receta electrónica, que comenzó a implantarse en 2008 y alcanza ya al 95% de las prescripciones. El consejero destacó que la receta electrónica ya se utiliza en el 100% de las farmacias de Castellón y Valencia, mientras que en las de Alicante se completará el proceso durante el primer semestre del año.

Llombart, acompañado por la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Valencia, María Teresa Guardiola, aseguro que con este sistema “todo son ventajas” para el usuario y para el sistema sanitario, ya que implica la desaparición de la receta en papel para más de 3,3 millones de ciudadanos. “Estamos cumpliendo los objetivos marcados por el Gobierno central en cuanto a la informatización de este proceso y estamos muy contentos con el trabajo realizado”, enfatizó Llombart antes de incidir en que el sistema “facilita el trabajo de todos y hace eficiente el uso de los recursos”. El médico prescribe la receta y el paciente sale de la consulta con su tarjeta SIP y con un informe del tratamiento recogido en un código de barras que luego se lee en la farmacia para dispensar la medicación.

Según Sanidad, el 82% de los pacientes que utiliza este método asegura que le ha supuesto ventajas y el 76% está satisfecho con el sistema. Además, se ha producido una disminución de la presión asistencial, ya que un 61% de los usuarios acude menos al centro de salud.

El consejero resaltó que entre las ventajas figuran también la simplificación del trámite administrativo, la reducción de las visitas de los pacientes crónicos, disponer de información en tiempo real y que se favorece el uso racional del medicamento. Además, el sistema integra el proceso de facturación.

Analizadas las bondades de la receta electrónica, el consejero abordó a preguntas de los periodistas cuestiones más espinosas, como la deuda con los hospitales públicos de gestión privada. En el caso del centro de Manises, Llombart recalcó que la empresa Sanitas Hospitales no ha pedido “ningún rescate”, aunque sí exige el pago de una deuda que no pudo precisar pero aseguró que se abonará.

Otro centro acuciado por los impagos es el Instituto Valenciano de Oncología (IVO), del que el consejero fue director hasta que entró en diciembre en el Consell y que ha denunciado a la Generalitat ante los tribunales. Llombart afirmó que el acceso de los valencianos al centro está sujeto a contrato con la Administración hasta 2014.