Urkullu retrasa al menos hasta 2015 la recuperación de la economía de Euskadi
El ‘lehendakari’ elude polemizar con Hacienda sobre la extra de Navidad
El primer acto oficial de un lehendakari siempre lleva implícito un mensaje nítido a los ciudadanos. Si Patxi López se estrenó en el cargo en mayo de 2009 en un homenaje a un guardia civil asesinado por ETA, Iñigo Urkullu, con ETA fuera del escenario desde hace más de un año, quiso reflejar la prioridad absoluta que da a la lucha contra el paro. Y hacerlo además reforzando los valores que representan iniciativas como Lantegi Batuak, una entidad sin ánimo de lucro que integra social y laboralmente a los discapacitados.
Tras firmar autógrafos a varios de los trabajadores de los talleres de la firma en Etxebarri, el lehendakari tomó la palabra para subrayar ese mensaje de prioridad para la legislatura. Y más cuando el desempleo sigue creciendo en Euskadi hasta los 157.000 parados, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre —171.069 registrados en las oficinas de empleo según los datos ministeriales de noviembre—. En esa coyuntura, Urkullu apeló al esfuerzo colectivo para resistir dos años más, situando en 2015 la posibilidad de que se empiecen a atisbar signos de recuperación y de creación de empleo en Euskadi. “Vamos a pasar dos años duros, dos años difíciles, y la clave va a estar en poder mantener el empleo que existe actualmente”, sostuvo. “Si aguantamos los próximos dos años a través de un esfuerzo compartido, la reactivación económica llegará”, y con ello la creación de empleo.
Carlos Aguirre estimó que la recuperación llegaría el segundo semestre de 2013
Es la primera previsión económica, aunque muy básica, del nuevo Gobierno y retrasa al menos en un año el plazo que se había marcado el anterior Ejecutivo para que la reactivación de la economía vasca. Carlos Aguirre estimó el día de su despedida como consejero de Economía que en el segundo semestre de 2013 se iniciaría tímidamente la recuperación y un año después, en el segundo semestre de 2014, se empezaría a vislumbrar el crecimiento del empleo.
En la legislatura de Patxi López se destruyeron 75.000 empleos, pese a lo cual la tasa de paro vasca se sitúa el 15,48%, diez puntos por debajo de la media del conjunto de España. Para el lehendakari, Lantegi Batuak, que emplea a más de 2.500 personas en los 22 centros que tiene repartidos por toda Bizkaia, es un ejemplo de la política que quiere impulsar desde Ajuria Enea. “Es un ejemplo de valores, por su esfuerzo, trabajo colectivo y compromiso social” y “entronca con la filosofía del Gobierno vasco”, con el empleo como objetivo principal, “pero teniendo en cuenta a las personas”, resaltó.
Para resaltar todavía más el mensaje que quería simbolizar en su primer acto oficial, Urkullu acudió a Etxebarri acompañado por su consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto, cuyo anterior jefe, el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, también asistió. El lehendakari se interesó por la actividad y los diversos proyectos que tiene en marcha la entidad. El guión estaba claro, y Urkullu no se quiso salir ni un milímetro hasta el punto de que declinó responder a preguntas de los numerosos periodistas presentes.
Deuda con Lantegi
El grupo del PSE en las Juntas Generales de Bizkaia pidió ayer al PNV que "cumpla los acuerdos" presupuestarios y dedique el medio millón de euros prometido para el centro de Lantegi Batuak en Sestao.
Los socialistas explican que la Diputación acordó en 2010 una serie de inversiones plurianuales para la Fundación Lantegi Batuak, que incluían un desembolso de 500.000 euros para 2013 para el centro de Sestao. Sin embargo, el proyecto de Presupuestos que el Gobierno foral ha elaborado para 2013 no incluye partida alguna para este centro. "Se trata del flagrante incumplimiento de un acuerdo", criticó el socialista Iñaki Egaña. "La economía social no son visitas y fotos. El lehendakari lo tiene fácil si quiere convencer a Bilbao para que acepte la enmienda socialista", añadió.
En medio de esa considerable expectación, eludió bajar a la arena y hacer declaraciones sobre algunas de las cuestiones que le afectan directamente, como el rechazo por el Ministerio de Hacienda, adelantado ayer por EL PAÍS, a que su Gobierno dedique a políticas de empleo los 207 millones de euros que se va a ahorrar no pagando la extra de Navidad a los funcionarios de su plantilla.
El portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, anunció el pasado lunes tras el segundo Consejo de Gobierno del nuevo gabinete que esos fondos se desviarán para incentivar el empleo y garantizar las políticas sociales. Pese al rechazo que esa decisión ha provocado en el ministerio que dirige Cristóbal Montoro, que exige “un acuerdo de no disponibilidad” de esa partida, fuentes del Ejecutivo indicaron el miércoles que seguirán adelante con sus planes.
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