Mas se resiste a tocar el euro por receta pero aceptaría el impuesto de sucesiones
CiU y ERC negociarán ahora la aprobación de los presupuestos de 2013
Con la consulta por la autodeterminación fijada en la mesa de negociación, Esquerra y Convergència i Unió atarán previsiblemente hoy el otro capítulo del pacto que debe asegurar la legislatura de Artur Mas: la aprobación de los Presupuestos de 2013. La comisión que discute las cuentas ultimará el acuerdo esta tarde. Este miércoles, los equipos negociadores habían llegado a un pacto casi total, aunque todo pendía de uno de los últimos impuestos implantados por la Generalitat: el euro por receta.
CiU se resiste a modificar esta tasa de hasta un máximo de 61 euros por año y usuario. Según fuentes conocedoras de las conversaciones, los nacionalistas están muy satisfechos con el resultado de la tasa. No solo por su recaudación —unos 120 millones—, sino por el efecto disuasorio en la farmacia, que calculan en unos 100 millones más. Los nacionalistas acceden a reducir su impacto, pero todavía no asumen las propuestas de ERC. Los republicanos también han renunciado a su eliminación total en aras del consenso —lo proponían en el programa electoral—, pero siguen firmes en su intención de salvar del pago a los pensionistas y reducir su impacto en las clases medias. Los equipos negociadores de los dos partidos llevan desde el viernes intentando llegar a un pacto sobre esta tasa.
A pesar del escollo del euro por receta, el acuerdo de los Presupuestos, según fuentes de la negociación, “avanza a buen ritmo” y la intención es dejarlo atado hoy. ERC está satisfecha por la predisposición de CiU a aumentar los ingresos. Como ejemplo, la recuperación del impuesto de sucesiones. La federación nacionalista acepta reimplantar la tasa hasta los niveles existentes antes de que CiU la eliminara para las rentas más altas. Mas se negó durante la anterior legislatura a tocarlo, esgrimiendo que era una de sus principales promesas electorales, pero al requerir el pacto con ERC los nacionalistas no han tenido problema en esta marcha atrás.
El objetivo de déficit de la Generalitat para el año próximo obliga al nuevo Ejecutivo a un recorte de 4.000 millones. Con las propuestas de ERC, 1.000 de estos millones saldrán del aumento de los ingresos.
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