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El nuevo rumbo del PSPV de Alicante desconcierta a asociaciones vecinales

La nueva ejecutiva cambia de estrategia en asuntos como la basura y las terrazas

Gabriel Echávarri, a la izquierda, celebra su triunfo en la asamblea local del pasado julio.
Gabriel Echávarri, a la izquierda, celebra su triunfo en la asamblea local del pasado julio. PEPE OLIVARES

El PSPV de Alicante ha emprendido un viraje que ha desconcertado a asociaciones de vecinos, colectivos ciudadanos e incluso a los sindicatos. La nueva ejecutiva socialista, que dirige el diputado nacional Gabriel Echávarri, ha cambiado el discurso en algunos temas clave para Alicante como son la entrada de basuras de otras poblaciones a la planta de Inusa en Foncalent, que explota el empresario Enrique Ortiz, la proliferación de terrazas en los bares o el futuro del puerto. Los representantes vecinales dudan sobre los motivos que inspiran estos cambios. Echávarri se hizo con el control del PSPV el pasado verano al ganar una asamblea con un respaldo del 70% de los militantes que acudieron. Las discrepancias entre el Grupo Municipal Socialista y la nueva ejecutiva afloraron pronto, y terminaron con la renuncia de la portavoz en el Ayuntamiento, Elena Martín.

Vicente Aracil, presidente de la Asociación de Vecinos del Moralet y de la Coordinadora de Vecinos de las Partidas Rurales, recuerda que el PSPV en el Ayuntamiento “antes se oponía radicalmente a la llegada de basuras de fuera, y ahora pide que el dinero que se obtenga revierta en los vecinos, y por consiguiente están apoyando que recibamos basuras de lejos”, se queja este representante vecinal. En las últimas semanas ha habido una cierta aproximación de los ediles socialistas a los vecinos afectados por esta planta.

En una reciente reunión, Aracil preguntó directamente al edil Manuel Marín, portavoz adjunto del PSPV, por ese cambio de actitud, y este dijo que siempre han rechazado que llegaran basuras de fuera, pero que una vez que el PP lo aprobó había que aprovechar esos ingresos. “Pero ese es un dinero manchado que los vecinos no queremos. Nos oponemos a que traigan basura y saturen la planta”, agrega.

Aracil sobre los residuos: “Es un dinero manchado que no queremos”

El edil Marín exige al PP que tenga un “mayor control” de los residuos que llegan a la planta de Ortiz. Los socialistas en el Ayuntamiento también pedirán el informe de 2011 con el volumen total de basura tratada y su proceso de tratamiento. Sin embargo, estas explicaciones no convencen al representante vecinal, que detecta “una clara división de criterios entre la anterior etapa y la actual”. Los vecinos desconocen los motivos de este cambio de actitud en una cuestión en la que están en juego los intereses de Ortiz, imputado en el caso Brugal.

Además, también se ha generado fisuras entre el Grupo Socialista del Ayuntamiento de Alicante y la nueva ejecutiva. Así ha sido con la ordenanza del PP que permite autorizar más terrazas en los bares. El ya exedil Pablo Rosser salió públicamente para rechazar la ordenanza de ocupación de la vía pública al considerar que la proliferación de veladores tenía un “afán recaudatorio” e iba “en detrimento del peatón”. Al día siguiente, desde la ejecutiva del PSPV-PSOE se respaldó la iniciativa de la alcaldesa Sonia Castedo, del PP, al entender que generará actividad económica y empleo.

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“No hay ningún compromiso sobre el puerto”, se queja un dirigente vecinal

Unos días más tarde José María Hernández, portavoz de la Asociación de Vecinos La Voz de La Florida, convocó por correo electrónico al resto de asociaciones vecinales a una reunión. Hernández denunciaba “la falta de participación ciudadana” en la modificación de una ordenanza aprobada en 2010, por el “exclusivo deseo de recaudar más” y consultando “exclusivamente al gremio de hoteleros”.

En ese mismo correo denunciaba la actitud de la ejecutiva local del PSPV, que “en boca de su portavoz (Lalo Díez), en un despropósito más porque también es el portavoz de los hoteleros, se felicita del éxito logrado en estas negociaciones con el Ayuntamiento”. El representante vecinal arremetía contra Echávarri, que “se reafirma en estas declaraciones sin antes consultar con las asociaciones de vecinos y se pronuncia públicamente en contra de la opinión de su grupo municipal; así vamos conociendo a los que están llamados a salvarnos”, ironizaba. Otros vecinos que están desencantados con la deriva que está tomando el PSPV de Alicante son los del puerto.

El presidente de la Asociación Gran Vía Sur, Manuel Alcón, muestra cierta preocupación porque los nuevos dirigentes socialistas al partido y al Ayuntamiento “no se han comprometido en nada”. El PSPV apoyó antes a los vecinos en el rechazo a la instalación de una planta de biodiesel y ahora la amenaza es que se instale una planta de residuos para barcos. Las reuniones que han mantenido con Echávarri siempre han sido de “buenas palabras, que se estudiará, pero con pocos compromisos”, asegura Alcón. La semana pasada hubo otra cita. “Parece que empieza a interesarse. Al menos se comprometieron a plantear preguntas en el Congreso de los Diputados, a ver si cumplen”, confía Alcón.

Reproches en otros frentes

Los nuevos aires del PSPV de Alicante con la ejecutiva de Gabriel Echávarri se ven también con cierta inquietud en otros ámbitos, no exclusivamente entre los vecinos. “Antes teníamos sinergias, ahora este nuevo grupo todavía no ha reaccionado”, advierte Salvador Roig, portavoz del sindicato CC OO en L’Alacantí y Les Marines. La improvisación provoca al final que el PSPV “no tenga credibilidad y no sea coherente”, agrega Roig, que pone como ejemplo el anuncio del traslado a un polígono de Alicante de la fábrica de juguetes Famosa. “Aquí en Alicante salieron aplaudiendo la iniciativa, y en la comarca de La Foia los mismos socialistas se opusieron tajantemente”, recuerda el sindicalista.

El sindicato CC OO observa con preocupación que la nueva dirección del PSPV “no sea nada constructiva”. Roig cita en ese contexto la defenestración de personas en su opinión válidas como Pablo Rosser o la propia exportavoz Elena Martín, que “estaban trabajando bien”.

Para algunos militantes socialistas consultados, el problema de la agrupación de Alicante radica en que la nueva ejecutiva “no tiene discurso propio”. “Para hacer una política que sea una fotocopia de la que aplica el PP ya tenemos a Castedo gobernando, y no hace falta cambiar”, argumenta un militante. “Ya no estamos en la calle”, afirma otro.

Fuentes de la Plataforma en Defensa de la Escuela Pública de Alicante, un colectivo que aglutina a sindicatos, docentes, AMPA, alumnos y a los partidos de izquierda, también coinciden en que el cambio de rumbo se ha notado. “Siguen colaborando, pero ahora envían a un político a las reuniones y antes el representante del PSPV-PSOE era un profesional de la educación”, lamenta un miembro de este colectivo.

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