Medalla de plata para músicos políticamente incorrectos
El Consell de Cultura otorga a Al Tall la primera distinción institucional tras su disolución
“Hemos sido considerados, en épocas de diferentes signos políticos, como políticamente incorrectos”, han reconocido este jueves Vicent Torrent y Manuel Miralles, miembros fundadores de Al Tall, uno de los grupos esenciales en la fundación del nuevo folk valenciano y español. Se expresaron así al recibir la medalla de plata del Consell Valencià de Cultura (CVC) de manos de su presidente, Santiago Grisolía, y vieron en esta distinción “vías abiertas por las que circulan valores democráticos en las instituciones del país”.
"¿Se reconocerá también a personalidades como Vicent Andrés Estellés, Enric Valor, Ovidi Monllor, Raimon, etcétera, que han dedicado su vida a nuestra cultura y que se lo merecen tanto o más que nosotros?", se han preguntado a continuación, en un acto en el que, como ha subrayado el propio Grisolía, el salón de la institución que preside, estaba más llena que nunca. Se han adherido al reconocimiento, además, diferentes personalidades, entre ellas el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus. Además de diversos miembros del CVC han acudido al acto el vicepresidente de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, Josep Palomero, la directora general de Patrimonio Cultural, Marta Alonso y los diputados del PSPV-PSOE, EU y Compromís Juan Soto, Marga Sanz y Fran Ferri, respectivamente.
Esta medalla es el primer reconocimiento institucional que Al Tall recibe tras haberse anunciado su adiós como grupo musical, poniendo punto final a una fructífera trayectoria de 38 años, de la que se han beneficiado otras formaciones folk valencianas. Santiago Grisolía ha destacado la labor de Al Tall "no solo por recuperar la música valenciana, sino también por rejuvenecer e innovar en esa tradición" y facilitar que aparezcan otros creadores, que con diferentes estilos, son hijos de la misma tradición inconfundiblemente valenciana". Grisolía también ha tenido unas palabras de recuerdo para Enric Ortega, integrante del grupo y que falleció trágicamente en el año 1978.
Una vida afortunada y una luz roja de alerta, eso es lo que ven Torrent y Miralles al mirar al pasado y al presente, en "un collage tumultuoso de sensaciones". En el momento del adiós, "encontramos muestras de adhesión que nos despiertan la sonrisa y la satisfacción por el trabajo bien hecho", han dicho. La luz roja: "¿Dónde irán a parar aquellos pensamientos, aquellas propuestas, aquellas fórmulas de trabajo" presentadas a lo largo de estos años?, se han preguntado en un rosario de interrogantes sobre el progreso de "la vía de normalización del lenguaje musical de la tradición como herramienta expresiva, útil y moderna", sobre "la incidencia social de los grupos y cantantes que hacen música en valenciano" y sobre "la adhesión del pueblo por la normalización de nuestra lengua".
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