La Generalitat decidirá esta semana si deja desierto el concurso de Tabasa y Cadí

El desenlace del concurso de privatización de Tabasa y Cadí podría llegar esta semana. El Departamento de Economía deberá decidir si opta por iniciar un proceso de negociación con Abertis, el único grupo que ha mostrado interés por los túneles de peaje de Cadí y Vallvidrera o, todo lo contrario, opta por declarar desierto el proceso y se resigna a no ingresar los 430 millones de euros previstos, necesarios para aproximarse al objetivo de déficit marcado para este año, del 1,5%.

La mesa de contratación de Economía abrió ayer el tercer sobre presentado por Abertis, en el que se confirmó que lo que daba por descontado el sector. En este, el grupo que preside Salvador Alemany no cuantifica el canon que pagar a cambio de la explotación durante 50 años de ambas vías, por lo que no se cumplen las condiciones del pliego del concurso.

En la actual situación económica, Abertis ha preferido dejar su apuesta en un manifiesto de interés por los tramos de la C-16, entre Barcelona y Sant Cugat del Vallès, de la C-162 en el tramo comprendido entre Riu de Cerdanya y Fontanals de Cerdanya y la GIV-4082 en el tramo municipal de Alp. Es decir, condiciona su interés a encontrar un socio, financiación y a conseguir unas condiciones económicas con las que el proyecto asegure la rentabilidad media que Abertis demanda a sus proyectos.

A partir de ahora se abre un proceso de deliberación para decidir qué camino seguir. Fuentes del departamento afirmaron que la decisión se podría tomar esta misma semana. Según el pliego de condiciones, la adjudicación definitiva se tendría que tomar el próximo 9 de noviembre. En ese momento, la Generalitat se aseguraría el 70% del canon mínimo solicitado: 300 millones de euros.

El Gobierno catalán es consciente de las dificultades con las que han topado los grupos interesados para encontrar financiación, ahora que el crédito bancario va más caro que nunca. Por esa razón, el Departamento de Economía se avino en pleno mes de agosto a prolongar el periodo de presentación de ofertas e incluso flexibilizar la forma de pago del último 30% de la concesión, que se podrá hacer de forma más diluida en el tiempo.

El consejero, Andreu Mas-Colell, siempre ha señalado que los recursos procedentes de privatizaciones serán imprescindibles para cubrir ese objetivo. Además de Tabasa y Cadí también está en proceso de adjudicación la concesión de Aguas Ter-Llobregat, que supondrá ingresar 300 millones de euros este año. En ese caso, Agbar y Acciona lideran sendos consorcios que pugnan por quedársela.