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Con llaves, pero sin piso

Badalona solo ha entregado 23 de los 83 pisos sociales de alquiler que anunció en primavera

Sandra Salvadó y Jonatan Rojas, frente a la portería del piso que les han adjudicado y que no pueden ocupar.
Sandra Salvadó y Jonatan Rojas, frente a la portería del piso que les han adjudicado y que no pueden ocupar.ANTHONY COYLE

A Jonatan Rojas y Sandra Salvadó la alegría les duró 10 días. Desahuciados de su piso, sin trabajo y a cargo de cinco hijos, esta pareja de Badalona descubrió en junio que el piso que el Ayuntamiento les acababa de conceder en régimen de alquiler social estaba ocupado ilegalmente. Como ellos, una veintena de familias siguen a la espera de poder entrar en unas viviendas por las que ya han pagado una mensualidad de unos 190 euros.

El Ayuntamiento de Badalona, que reconoce estar “teniendo dificultades en los plazos entrega” de los pisos, anunció a bombo y platillo la pasada primavera un plan de alquiler social de más de 80 viviendas propiedad de los bancos y en el que se inscribieron unas 1.500 personas. Hoy por hoy, solo se han entregado 23 pisos.

Jonatan y Sandra viven en la pequeña casa de un familiar junto con otras 12 personas. Han guardado todas sus pertenencias en un trastero cuyo alquiler les cuesta 180 euros al mes, 10 euros menos que la vivienda que el Ayuntamiento les prometió. “No nos dijeron que el piso estaba ocupado hasta el momento de la firma y entonces nos aseguraron que sería cosa de un mes, y ya llevamos cuatro”, comenta Sandra.

Su piso es uno de los 43 del plan que el Ayuntamiento, presidido por Xavier García Albiol (PP), presentó en febrero junto con Catalunya Caixa y que en mayo se reforzó con 40 pisos más. Son viviendas de entre 50 y 85 metros cuadrados que se alquilarían por entre 140 y 220 euros. Entonces, Albiol cifró en medio millar el número de pisos propiedad de entidades bancarias que han quedado vacías en Badalona y señaló que esta cantidad “podría aumentar en cerca de 200 pisos próximamente”, gracias a la incorporación de más bancos al proyecto de alquileres sociales.

El Ayuntamiento aún no ha entregado ninguno de los 40 pisos adicionales pertenecientes a la entidad financiera Unnim

La realidad ha resultado ser otra. A falta de 60 pisos por entregar, el concejal de Vía Pública y Movilidad, Daniel Gracia, reconoce que “no se ha ido todo lo rápido que se debía ir”, pero asegura que toda la responsabilidad de la demora recae sobre los juzgados, encargados de dar la orden de desahucio de las viviendas ocupadas. “Todo estará solucionado dentro de uno o dos meses”, asegura Gracia. Paradójicamente, asegura tener la certeza de que “en Badalona ahora mismo hay al menos 110 viviendas vacías”, ya que “el Ayuntamiento coloca planchas de metal” para que nadie pueda entrar en ellas. Por desgracia, señalan, esas viviendas pertenecen a bancos que no han suscrito el acuerdo con el Consistorio y que, por tanto, continuarán deshabitadas.

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Pero el problema no es solo de okupas. El Ayuntamiento aún no ha entregado ninguno de los 40 pisos adicionales pertenecientes a la entidad financiera Unimm debido a su absorción en julio por parte del BBVA. El cambio de dueño de la caja catalana congeló todos los trámites y actualmente no se sabe qué va a ser de estos pisos. “En ningún momento se formalizó ningún acuerdo con el Ayuntamiento. Decidimos esperar a ver cuáles iban a ser los criterios de los nuevos dueños y dijimos que no haríamos nuevos proyectos hasta ese momento”, asegura la dirección de Comunicación de Unnim.

“Si el 30 de octubre no me dan una casa, me quedo en la calle”, asegura preocupada M. del Carmen Arias, otra perjudicada por esta falta de entendimiento entre bancos y Consistorio. Con 47 años, a cargo de tres hijos y enferma de cáncer, ni ella ni su marido firmaron nada. A pesar de que solo se les notificó que habían sido preseleccionados, decidieron comunicarle a su casero que abandonaban el piso en el que viven actualmente porque, asegura, el Ayuntamiento les dijo “que sería cosa de un mes”.

María del Carmen, que se siente “estafada y engañada”, lo denunció hace una semana tanto al Consistorio como a las entidades bancarias involucradas en su caso. Está ansiosa por conocer a más personas que estén atravesando su misma situación, pero no tiene modo alguno de contactar con nadie. Lo mismo les ocurre a Jonatan y Sandra, que incluso han abierto una página en Facebook para que se vayan añadiendo más damnificados en la que apenas han comentado algo cinco personas. “Queremos hacer piña y constituirnos como una plataforma. No vamos a parar hasta que nos den nuestro piso”, señalan.

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