El rector de Sevilla apela a Griñán ante su asfixia económica

El retrato que pinta el rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, es crítico. De momento, esta institución (al igual que el resto de las universidades públicas de Andalucía) solo tiene el compromiso de la Junta respecto al pago de las nóminas de los empleados públicos, unos 90 millones de euros mensuales para el conjunto de la educación superior de la comunidad. Pero el resto de la financiación está en el aire debido a los problemas de liquidez que atraviesa el Gobierno regional, que ya ha anunciado que pedirá 4.906,8 millones de euros al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).

Ramírez de Arellano ha enviado este miércoles una carta a toda la comunidad educativa de la Universidad de Sevilla en la que expone la complicada situación financiera de su institución. El rector, por un lado, se dirige directamente al presidente José Antonio Griñán "para exigirle que reconozca la extrema gravedad del problema y actúe en consecuencia".

Pero Ramírez de Arellano también ha anunciado que su intención es poner en marcha un nuevo plan de ajuste, que se une al que el Consejo de Gobierno de su institución aprobó el 25 de julio y que contemplaba un recorte de 20 millones (repartidos entre costes laborales y gastos de funcionamiento). La Universidad de Sevilla, señala el rector, "implementará en breve -como ya ha hecho anteriormente y mientras no se solucione el problema- nuevas medidas de ahorro que garanticen la continuidad de los servicios públicos de docencia e investigación".

En su escrito, Ramírez de Arellano recuerda el fiasco de la reunión que mantuvieron los diez rectores de las universidades públicas andaluzas con los consejeros de Economía y Hacienda a finales de la semana pasada para abordar los "desfases inadmisibles". Al cierre de 2011, la deuda de la Junta con esta institución era de 154 millones y alcanzaba los 750 con el conjunto de las universidades de la comunidad. 

Los rectores fueron a esa reciente reunión, que estaba propuesta para julio pero que se atrasó tras el fracaso del último Consejo de Política Fiscal y Financiera entre el Gobierno y las comunidades, para reclamar a la Junta un plan de tesorería. "Solo se nos propuso abordar los pagos más urgentes del sistema, aplazando toda consideración de mayor recorrido a la resolución de los problemas de liquidez de la propia Junta de Andalucía", se señala en la carta enviada por el rector. 

Ramírez de Arellano critica que la solución al problema de los retrasos en las transferencias que aporta la Administración autonómica pase por "trasladarlo sistemáticamente al futuro". El rector da un paso más al considerar extinguido "de facto" el modelo de financiación. Sostiene que a las universidades se les ha enmarcado en un "difuso tercer sector público que presta servicios a la Junta de Andalucía, como lo hace la enseñanza concertada o cierta sanidad privada". "Eso es incompatible con el concepto mismo de Universidad pública y con el compromiso declarado por el presidente Griñán, en quien nuestro espíritu de lealtad nos lleva a confiar", añade el rector. 

Griñán es el único político al que se cita expresamente en la carta de Ramírez de Arellano. También apelaron directamente al presidente los diez rectores el viernes pasado, tras la reunión en la que no lograron un plan de tesorería. Los responsables de las universidades andaluzas coincidirán con Griñán el viernes en Cádiz, donde se celebrará el acto de inicio del curso. Los sindicatos han anunciado que se concentrarán ese día contra los recortes en la capital gaditana.