Feijóo presenta el contrato con Pemex como la puerta de salida a la crisis
Los sindicatos rebajan el optimismo sobre la carga de trabajo del acuerdo
La firma de los contratos para la construcción de dos floteles —barcos hotel— para la petrolera mexicana Pemex en los astilleros de Navantia-Ferrol y de Barreras fue presentada ayer por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, como “el inicio del crecimiento” para Galicia, tanto por el volumen de inversiones que supone como por las garantías de empleo que conllevará. Según explicó el presidente, el acuerdo supondrá una inversión que rondará los 290 millones de euros y permitirá dotar de carga de trabajo a dos factorías muy necesitadas de ella. La Xunta estima que más de 3.000 trabajadores tendrán empleo durante más de dos años.
El comité de empresa de Navantia rebajó ayer estas expectativas y calificó como “muy infladas” las cifras de empleo. Según sus cálculos, el buque que se construirá en Ferrol solo dará trabajo a unas 350 personas. El responsable de CIG-Metal, César Rodríguez, apuntó que este tipo de barcos darán, como máximo, carga de trabajo para 400 operarios cada uno. Como referencia señaló que en Barreras solo se alcanzaron los 1.400 trabajadores cuando tenían dos barcos en grada y se fabricaban piezas para otros cinco.
Sin embargo, Feijóo no dejó lugar a dudas sobre la trascendencia que tendrá el acuerdo con Pemex. “Estos contratos están avalados, no solo financieramente, sino que lo están por la convicción y el realismo”, indicó. En su discurso criticó a aquellos “a los que la resignación llevó a pensar que era normal que el gasto de las administraciones creciese año a año sin parar y a los que decían que no se podía estabilizar el déficit y que la crisis era incontrolable. Galicia no se ha resignado y no lo hará”. En cambio, alabó la paciencia del sector naval y su capacidad para “no desfallecer”. “Es un sector estratégico y no me sirve la idea de ir tirando ni la de generar falsas expectativas”, añadió Feijóo.
El presidente de la Xunta pudo escuchar grandes elogios hacia su persona realizados por uno de los principales accionistas de Barreras, José García Costas, y por el presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, ambos presentes en el acto. “Vamos a poner nuestro empeño en que este trabajo tenga un final feliz”, indicó García Costas, “el éxito de Navantia y el nuestro es el de Galicia, la Xunta y el presidente”. Para el responsable de la SEPI, “el presidente de la Xunta ha sido el mejor agente comercial para conseguir este contrato”. Aguirre destacó que Navantia rompe con este contrato una racha de siete años sin pedidos para nuevos buques y se mostró convencido de que la factoría de Ferrol obtendrá más carga de trabajo próximamente. Recordó que hace pocos meses se cerró un acuerdo con Argelia para reparar barcos de su armada en la factoría ferrolana, con una vigencia de tres años. Además, aludió a nuevas gestiones para avanzar en aspectos jurídicos y financieros sobre la construcción del dique flotante, al que también aspira Navantia.
Los sindicatos aseguran que no es la solución para el naval
El entusiasmo con que el Gobierno gallego realizó el anuncio sobre los contratos con Pemex fue inversamente proporcional a la frialdad con que los sindicatos acogieron la noticia. Para empezar, UGT, CC OO y CIG creen que se trata de un “precontrato”, sometido a condiciones, y que no entrará en vigor inmediatamente. Consideran que, al menos este año, nada se moverá en las gradas de Navantia y Barreras, pese a que el anuncio es, en sí mismo, una “buena noticia”.
“Después de tanta promesa UGT duda de que sea cierto. En todo caso no va a resolver el problema de Ferrol. Exigimos el dique flotante”, aseguró Manuel García, secretario del Metal. Ramón Sarmiento, de Comisiones Obreras, recordó que otro astillero de la ría de Vigo, Metalships, acaba de hacer oficial la construcción de un barco de apoyo a plataformas petrolíferas que fue firmado con el armador hace un año. “No consiguió cerrar la financiación hasta ahora”, insistió el sindicalista, deslizando que lo mismo puede ocurrir en estos dos casos.
La patronal Asime hizo suyo el argumentario del propio Núñez Feijóo: “Los contratos podrán suponer el inicio de la recuperación del naval gallego”, aseguró la asociación del metal en una nota en la que expresaba su “enorme alegría”, por la noticia.
El consejero delegado de Pemex Internacional, José Manuel Carrera, explicó que el acuerdo suscrito ayer supone “pasar de las intenciones a los hechos” y reconoció el prestigio y la capacidad tecnológica de los astilleros gallegos. Además, añadió que Pemex pretende “seguir profundizando” en su alianza con Galicia. La petrolera mexicana ya ha anunciado la creación de una base logística en el puerto coruñés de Langosteira y tiene pendiente la adjudicación de 14 remolcadores a los que también aspiran los astilleros gallegos. Siete de ellos se construirían íntegramente en Galicia y el resto se ejecutarán en México pero con participación gallega. Feijóo dio por hecho que estos remolcadores acabarán dando trabajo también a las factorías gallegas.
El titular de la Xunta recordó que Pemex es la cuarta petrolera mundial y por tanto “no regala un euro”, pero se mostró convencido de que los astilleros gallegos podrán obtener nuevos contratos por su parte si demuestran su capacidad con estos encargos. “Podemos creer en nosotros mismos para crear oportunidades para iniciar el crecimiento económico”, concluyó Feijóo, quien se mostró convencido de que el sector naval tiene potencial “para seguir dando vida a nuestras economía”. El presidente alabó a Pemex por haber cumplido “con creces” sus compromisos y añadió que todo el sector naval gallego ve ahora a la petrolera mexicana como una de sus grandes esperanzas para poder obtener más carga de trabajo en el futuro.
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