Mutriku es el primer Ayuntamiento que pide el rescate de la Diputación

El Ayuntamiento de Mutriku, un municipio de 5.000 habitantes gobernado por Bildu —por el PNV en la pasada legislatura—, es el primero que ha solicitado el rescate de la Diputación de Gipuzkoa. Su extrema situación económico-financiera, con un remanente de tesorería negativo y un nivel de endeudamiento muy superior al legalmente permitido, le han llevado a pedir auxilio a la Hacienda foral. El consistorio no puede hacer frente a sus compromisos financieros, ni tiene capacidad para devolver a la Diputación el saldo negativo del fondo foral de financiación municipal. Por esta razón, la institución foral, a instancias del municipio, ha decidido intervenir en la gestión de las cuentas locales y adoptar, de común acuerdo, “medidas extraordinarias” para garantizar la viabilidad presupuestaria y económica de Mutriku.

Entre esas medidas especiales figura autorizar al Ayuntamiento de Mutriku para “formalizar una operación de préstamo por 450.000 euros destinado a financiar el remanente de tesorería”. Para obtener dicho permiso, la Diputación ha redactado un proyecto de norma foral, al que ha tenido acceso este diario, que deberá ser aprobado por las Juntas Generales. La concesión del préstamo se incluye en un plan de viabilidad para el periodo 2012-2020, que contempla fuertes medidas de ajuste presupuestario a las que deberá hacer frente el consistorio.

Mutriku ha optado finalmente por la vía del rescate foral al encontrarse en una situación económica extrema, que le impedía incluso devolver la deuda que tiene con la Diputación: 357.325 euros de la liquidación de 2011 y otros 229.024 euros correspondientes a 2009 que debe abonar este año. Al no poder saldar esas obligaciones mediante un fraccionamiento de la cantidad total, ni a través de una línea de crédito con entidades bancarias —a esta fórmula se acogieron 12 Ayuntamientos en julio pasado—, Mutriku solicitó a la Diputación, en un escrito fechado en abril de este año, la autorización para concertar un préstamo por 450.000 euros.

Tras varias reuniones, Mutriku presentó en junio pasado la documentación sobre el estado de sus cuentas, una memoria presupuestaria y un plan de viabilidad financiera, entre otros trámites exigidos por la institución foral. De dicha documentación se desprende que el presupuesto de 2011 se liquidó con un remanente de tesorería negativo de 206.068 euros. A fecha de 1 de enero de este año, la deuda viva con los bancos ascendía a 5,3 millones de euros, lo que eleva la carga financiera para este año a casi 750.000 euros. Para este ejercicio el ahorro bruto estimado es de 874.000 euros, cantidad destinada para hacer frente a la carga de los préstamos y las inversiones. Además, el nivel de endeudamiento del Ayuntamiento al cierre de 2011 era del 118,8%, por encima del límite máximo permitido por la normativa (el 100% de los ingresos corrientes).

Mutriku cerró 2011 con un remanente de tesorería negativo de 206.068 euros

Todo ello llevó a la aprobación por el pleno municipal de un plan de viabilidad para el periodo 2012-2020, aprobado a finales de junio, en cuya elaboración intervino la Diputación. Dicho plan recoge los siguientes compromisos para el consistorio: aumentar un 5% los ingresos por el IBI en 2013 y 2014, incrementar en 25.000 euros las tasas en 2013, congelar los gastos de personal, reducir notablemente el capítulo 2 del presupuesto (un 8,67% este año) y reducir las inversiones en un 57,9% este año.

Con estas medidas, Ayuntamiento y Diputación esperan que el remanente de tesorería pase a ser positivo a partir del año que viene (42.000 euros) y alcance los 181.000 euros en 2016. La aplicación del plan de viabilidad supondría “la adecuación del proceso de reducción de la deuda a lo exigido por la ley orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera”, según se expone en el informe entregado a las Juntas.

El Consistorio y la Diputación pactan un plan con fuertes medidas de ajuste

La Diputación guipuzcoana considera “procedente” la autorización del préstamo a Mutriku, así como las medidas recogidas en el plan de viabilidad. La Hacienda foral considera que se ha llegado a esta situación como consecuencia de la “fuerte crisis” que está golpeando a las instituciones y de la reducción de los ingresos del fondo foral, que en 2011 cayeron hasta niveles de 2005.