Los pescadores se resignan al cierre del golfo de Cádiz para evitar sanciones

Los barcos que faenan en el golfo de Cádiz dejarán de pescar boquerones este viernes. El caladero quedará cerrado desde el 1 de septiembre, según les informó ayer a los afectados el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete. La cuota anual de boquerón que le corresponde a España se ha agotado, así como las 500 toneladas cedidas por Portugal a mediados de mes.

Pescadores y armadores se resignan a volver a puerto para no tener que hacer frente a las sanciones que supondría sobrepasar estos límites. Es la asunción del mal menor. “Si reabrimos el caladero, podemos sufrir nuevas penalizaciones, y eso ya nos ha supuesto este año tener 1.200 toneladas menos de las que nos habrían correspondido, y que no queremos perder para el próximo”, señaló Mariano García, vicepresidente de la Federación de Cofradías de Andalucía, al término de la reunión mantenida con el ministro. Una “decisión de urgencia”, según García, que afecta a unos 450 marineros de los puertos de Isla Cristina, Punta Umbría, Huelva, Sanlúcar, El Puerto de Santa María y Barbate.

Hace solo dos semanas, cuando el ministerio anunció de forma repentina el cierre del caladero de forma preventiva, el sector mostró su indignación. La medida, según el patrón mayor de la cofradía de Barbate, Ambrosio Ruiz, llevaría a los barcos “a la ruina total”. La reacción de los marineros llevó al Gobierno a negociar con Portugal y a lograr una cuota extra que ha permitido retomar la actividad por unos días. Ahora, sin embargo, y ante el cierre inminente y definitivo del caladero, los pescadores parecen haber tirado la toalla.

Los trabajadores proponen crear un plan viable para la captura

A la vista de que las posibilidades para volver a pescar este año se han cerrado, estos empleados se centran ya en el 2013. Han acordado, por ejemplo, crear grupos de trabajo en el que estarán representadas las cofradías afectadas para abordar, junto al ministerio y la Junta de Andalucía, un plan viable para la gestión de la pesquería del boquerón. El objetivo principal es conseguir que las cuotas anuales no se agoten a las pocas semanas de empezar la campaña, sino que duren toda la temporada. Los encuentros de estos grupos de trabajo comenzarán en septiembre.

Miguel Arias Cañete aseguró a los pescadores que el Gobierno defenderá en Bruselas el aumento de las cuotas de boquerón para España. Además, anuncia que trabajará en la posibilidad de buscar nuevos intercambios con otros países, similares a los alcanzados con Portugal.

Los afectados han puesto otra condición: que se encarguen nuevos estudios al Instituto Español de Oceanografía para conocer el estado del caladero. Según los marineros, el golfo de Cádiz cuenta con recursos suficientes, gracias a la autorregulación que han llevado a cabo los barcos en los últimos años para conseguir la regeneración de la pesquería.

La flota se queda ahora sin posibilidades de faenar, más allá de la pesca de otras especies como la caballa o el jurel, de menor valor económico en el mercado. Buena parte de los barcos afectados vienen, además, de sufrir un gran varapalo cuando hace nueve meses concluyó el acuerdo pesquero con Marruecos. Para ellos, el ministerio ha asegurado que las ayudas prometidas por el paro en la actividad llegarán “en unos días”. La prórroga de estas subvenciones, aunque anunciada por el Gobierno el 7 de junio, no se publicó en el Boletín Oficial del Estado hasta el pasado viernes. El montante destinado a esta ayuda supera los 5,3 millones de euros.