Álava ve imposible que López pueda cuadrar otro presupuesto

El diputado general de Álava, el popular Javier de Andrés, emplazó ayer al Gobierno a convocar elecciones anticipadas para que el nuevo Ejecutivo, respaldado por una mayoría que le dé fortaleza y estabilidad, elabore unos presupuestos para 2013, que van a ser muy duros.

Para De Andrés, el mensaje de rebelión a las reformas del Gobierno de Mariano Rajoy que está manteniendo el Ejecutivo de Patxi López “es incompatible” con la realidad de la recaudación tributaria, que en Álava cayó hasta julio un 3,7%, lo que va a obligar al Gobierno foral a hacer un ajuste del 6% del gasto, y dejando la caída media en Euskadi en un 2,6%. Y, por lo tanto, la política de López resulta también incompatible con la elaboración de un presupuesto para 2013 ajustado a la realidad tributaria.

La conclusión a ese planteamiento es que el nuevo presupuesto ha de hacerse una vez lograda “una nueva estabilidad institucional”, es decir, después de unas elecciones que den fortaleza parlamentaria al partido que asuma la presidencia del Gobierno. Aunque evitó pronunciar el adelanto electoral hasta en dos ocasiones, el diputado general aseguró que “un Gobierno en minoría y sin apoyos suficientes” no es la mejor opción para afrontar una situación económica tan delicada. La demanda del diputado general recupera la demanda de su partido, después de que el propio presidente de su partido en Euskadi, Antonio Basagoiti, dijera recientemente que el PSE ya sabe lo que piensa sobre ese asunto pero no iba a pedir “todos los días veinte veces” elecciones anticipadas.

De Andrés dijo que no es responsable seguir gastando “como si nada” y que en una coyuntura incómoda para hacer política, la única solución es recortar el gasto para ajustarse a la decreciente recaudación tributaria. “Ya se ha ajustado el ingreso”, dijo, en referencia a la minirreforma de Bizkaia y Álava en la que apenas si recuperaron el Impuesto de Patrimonio. “No podemos perder la confianza y la credibilidad económica que tenía el País Vasco”, endosó a los socialistas y advirtió de que de suceder eso con la contabilidad pública, el daño “puede ser irreversible”.

Si el Gobierno autonómico “patina” puede hacer un daño “irreversible” al Concierto Económico, un sistema que otorga grandes posibilidades cuando fluyen los recursos, pero que implica grandes “riesgos” si se hace mal. Según esa tesis “en el País Vasco no cabe la posibilidad de la intervención del Estado”, tendría que recurrir a las diputaciones para que le rescaten, “porque son las encargadas de recaudar los impuestos”.

Ante una situación tan delicada, el diputado general de Álava emplazó a los partidos y a las instituciones vascas a establecer unas “prioridades” en el gasto. Para el político popular las líneas rojas no traspasables son el sostenimiento de las políticas sociales y la lucha contra las duplicidades para que cada administración se limite a ejercer sus propias competencias.