Duran recela del acercamiento entre Convergència y ERC

En un comienzo de agosto sin apenas actividad política en Cataluña, el Gobierno de Artur Mas ha decidido que es el momento de hacer visible su distanciamiento del Partido Popular y escuchar a Esquerra Republicana, el partido que le ha ofrecido colaboración innumerables veces desde el comienzo de la legislatura. Una vez que se ha constatado el portazo del PP al pacto fiscal que reclama Artur Mas, Convergència y Esquerra llevan días lanzándose guiños y emplazándose a colaborar a partir de septiembre. En caso de que el pacto saliera adelante, CiU podría prescindir del siempre incómodo socio que es el Partido Popular y acercarse a Esquerra como se lo piden sus bases. El objetivo sería hacer un frente común para lograr el pacto fiscal.

Pero no todos en CiU ven claro este acercamiento. Unió, el socio minoritario de la federación, no tiene claro que una alianza con ERC facilite el camino al Gobierno de Artur Mas, especialmente en un momento en el que depende totalmente de las transferencias económicas del Gobierno central para hacer frente a los pagos más elementales.

Los democristianos quieren evitar el enfrentamiento constante con el PP

Duran dejó claro ayer a través de su cuenta de Twitter que en absoluto es entusiasta de la alianza con ERC que pregonan los sectores más soberanistas de Convergència, representados por el secretario de Organización, Josep Rull. Después de que Rull haya pedido el pacto con ERC y sectores de Convergència estén presionando para que el Gobierno de Mas adopte un perfil más combativo, con cambio de consejeros incluido, Duran pidió ayer tiempo muerto. A través de Twitter

“Sectores de CDC quieren cambios en el Gobierno catalán, otros dicen con quién tenemos que gobernar y ERC dice los requisitos de su apoyo. Hay que dejar descansar a la gente”, zanjó ayer el dirigente democristiano.

El jefe de filas de ERC en el Parlament, Joan Puigcercós, admitió el fin de semana que sería factible pactar con CiU tras el verano, aunque fijó varias condiciones, y Josep Rull invitó a los republicanos a garantizar la estabilidad del Ejecutivo catalán.