La Guardia Civil investiga la muerte de una niña en una guardería de la Xunta
En el centro, de la red de la Xunta, había cuatro cuidadoras para 43 pequeños
Cuando la pequeña Cristina, de 28 meses, apareció ayer, poco después de mediodía, flotando boca abajo en una de las reducidas piscinas hinchables de su guardería de Betanzos (A Coruña) aún tenía pulso. Más de una hora estuvieron intentando reanimarla los servicios médicos, alertados por una llamada del centro minutos antes de la una de la tarde. Fue en vano. La niña falleció. Las primeras hipótesis apuntan a que su muerte fue originada por un ahogamiento. Pero la autopsia, realizada por la tarde, ayudará a determinar las causas de este trágico suceso.
La guardería, perteneciente a la red Galiña Azul de la Xunta, lleva poco más de tres meses abierta. Ayer contaba con 43 niños de cero a tres años al cargo de cuatro educadoras. Diez bebes estaban en salas del interior mientras los otros 33 pequeños estaban jugando al aire libre en un estrecho patio interior, acotado por un muro y en el que hay tres piscinas hinchables de distinto aunque reducido tamaño y pocos centímetros de agua.
Los pequeños ya estaban secándose y preparándose para ir a comer cuando una de las educadoras vio a una niña flotando boca abajo. Todos los intentos de reanimación no dieron resultado. Cristina tenía un pulso muy débil, y poco después falleció. Los compañeros de la pequeña fueron llevados al interior de la guardería para que no vieran nada. La escuela infantil pública permanecerá cerrada hasta el jueves.
Nadie se explicaba ayer cómo pudo ocurrir. Las educadoras aseguran que la sucesión de actividades y juegos acuáticos realizados no dan ninguno indicio de cómo la niña pudo ahogarse en una piscina en la que el agua le llegaba por la cintura. La autopsia aclarará si fue una caída accidental o por sufrir un mareo o indisposición que le hizo perder pie en el agua y ahogarse. El sol caía a plomo.
La Policía Judicial de la Guardia Civil abrió una investigación y fue un juez el que decretó el levantamiento del cadáver. El alcalde de Betanzos, Ramón García, acudió a la guardería junto a la conselleira de Traballo e Benestar, Beatriz Mato, cuyo departamento también abrió una investigación. Allí estaban los desconsolados padres de Cristina.
Era la menor de tres hermanos, uno de ocho años y otra de seis. La familia reside en Betanzos desde hace años. El padre está en paro y la madre es cartera. Un tío de la pequeña aseguró que tampoco la familia se explica lo sucedido: “Creo que estaba con más niños y me imagino que no había cuidadoras”, aventuró. La consellería negó este extremo. El Ayuntamiento de Betanzos ha suspendido todo acto institucional previsto para hoy.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.