Las guarderías amenazan con cerrar en septiembre por impagos de la Junta
Los centros infantiles advierten a Educación de que no pueden abonar ni facturas ni nóminas
Las escuelas infantiles andaluzas atraviesan una grave situación económica por retrasos de hasta tres meses en el cobro del concierto con la Consejería de Educación. En una reciente reunión en Sevilla, la Junta les trasladó su “disposición” a solventar el problema lo antes posible, pero no ofreció un calendario de pagos. Esta situación podría concluir en el cierre a principios de curso de algunas de estas guarderías, que no pueden pagar alquiler, luz, agua, seguros y nóminas de empleados.
En Almería, de las 153 guarderías existentes, 63 se han constituido en asociación. El miércoles se reunirán para acordar las medidas ante las deudas de la Administración.
Educación ha afirmado que se “priorizarán” los pagos pendientes con las escuelas infantiles y, ante las protestas, ha hecho un llamamiento a la calma debido “al momento de extraordinaria dificultad económica".
Decenas de guarderías de Almería han enviado a los posibles afectados una carta en la que les trasladan la situación para evitar sorpresas de última hora. “Les tenemos que explicar a las familias los motivos que nos podrían llevar a no abrir en septiembre, así como el esfuerzo económico que hemos realizado durante estos meses en los que hemos funcionado con nuestros ahorros, pero ya no podemos más”, explica Lola Espinosa, de la Escuela Infantil Telerín de Aguadulce (Almería), miembro de la nueva asociación.
La plaza socieducativa en un centro concertado asciende a 278,88 euros al mes, cifra que no se mueve desde hace cuatro años (ni siquiera lo correspondiente al IPC). La Junta de Andalucía realiza una bonificación a las familias dependiendo de su renta. En algunos casos puede llegar al 100%. Esa bonificación se ingresa directamente en la cuenta de cada guardería, en blanco desde el mes de mayo. Desde entonces, las escuelas infantiles han ‘ido tirando’ con sus ahorros, pero en muchos centros, el porcentaje de familias que reciben toda la bonificación de Educación es elevado, lo que dificulta la situación económica y el consiguiente pago a proveedores, facturas y nóminas.
“La situación es muy grave. Si no nos ingresan algún mes a finales de julio no podremos abrir en septiembre. Es así de duro”, sentencia Lola Espinosa, que ha tenido que priorizar el pago a sus trabajadoras dejando al descubierto otros pagos obligados del mes.
Hace dos años que las escuelas infantiles pasaron a depender de la Consejería de Educación. Anteriormente, lo hacían de Igualdad y Bienestar Social. La nueva situación conlleva una serie de exigencias con las que antes no contaban, como el servicio de aula matinal, y la pertenencia al Programa Séneca de centros educativos, que exige, entre otras cuestiones, la creación de un consejo escolar o la prohibición de ofertar ninguna plaza de manera privada. “Si nos exigen como a un colegio, que nos den los mismos derechos que a un colegio”, reivindica la propietaria de la guardería almeriense.
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