Benestar critica el recorte de Rajoy en las aportaciones a la dependencia

La paciente comprensión de la Xunta ante la marejada de recortes que anuncia semana tras semana el Gobierno estatal dio paso ayer a un reproche claro a una de las últimas sorpresas del Boletín Oficial del Estado, que el sábado publicó el recorte de un 13% de la aportación estatal a la financiación del nivel mínimo que reciben las comunidades por cada dependiente en función de su gravedad. “Por supuestísimo que no estamos de acuerdo”, lanzó la conselleira de Benestar, Beatriz Mato, molesta además porque el anuncio llegase en la publicación oficial y no en la conferencia sectorial “como contempla la norma”, y porque no se prime de forma “inmediata” a las comunidades que como Galicia apostaron por la prestación de servicios por profesionales en lugar de por la paga a los familiares.

El amago de rebelión en el Consejo de Política Fiscal y Financiera del pasado jueves por los nuevos objetivos de déficit ya dio idea de la incomodidad del PP gallego ante los sucesivos hachazos a los presupuestos públicos, un malestar que ayer quedó patente. “Hay una priorización de los servicios de calidad frente a la pagas, esa es una buena medida”, concedió de entrada Mato, que acudió a Pontevedra para firmar un convenio de colaboración con la Diputación para repartirse los costes de los trabajadores sociales municipales, “pero lo que no nos parece oportuno es que la ponderación a las comunidades autónomas que estamos apostando claramente por el desarrollo de la ley en calidad se deje para enero de 2013, cuando habrá en teoría una medida de ponderación”.

La Xunta esperaba un gesto que reconociese la apuesta de Feijóo por centrar la atención a dependientes en las residencias o centros de día, mucho más caras de financiar —una plaza en residencia cuesta unos 2.000 euros— que las pagas a los familiares, y responsables fundamentales del desequilibrio entre financiación y coste de la ley. Pero esta prima se retrasa hasta el año próximo, con la idea de irla incrementando de manera gradual hasta 2017. “En el Consejo Territorial, yo como conselleira demandé que esa ponderación positiva fuera inmediata, y no que se desplace en cinco años. Esa demanda no fue recogida y evidentemente es algo que seguiré demandando a este Gobierno”.

Este recorte era sabido, pero peor parece haber sentado el último retoque en el BOE para el nivel mínimo, tanto en la forma como en el fondo. “El Gobierno tiene la obligación de informar de cuál va a ser el ajuste sobre la financiación del mínimo de la dependencia en el Consejo Territorial, así lo contempla la norma”, recordó. “Esa rebaja del 13% ni la conocíamos ni por supuestísimo estamos de acuerdo con ella, porque significa que son las comunidades las que van a dar respuesta a la dependencia frente al Gobierno central, que debería caminar a una financiación al 50%”.

El propio Feijóo recordaba frecuentemente cuando el PSOE estaba en el Gobierno que la Xunta tenía que cargar con el 70% del coste de la prestación, un porcentaje que ahora en vez de disminuir aumentará. El Estado abonaba hasta ahora 266,57 euros por los denominados “grandes dependientes de nivel 2”, por los que en adelante solo aportará 231,28 euros. Esta caída supone, según un cálculo de Europa Press citando a fuentes de la Xunta, una caída adicional del 4,5 millones en la aportación estatal, a la que se le suman los 17 millones de rebaja del recorte en los presupuestos.