Casi cuatro de cada diez ciudadanos tienen a parados en sus familias
El terrorismo desciende a los niveles más bajos de toda la serie histórica El 75% de los encuestados considera que la situación económica vasca es "mala o muy mala"
“Dígame si usted o algún miembro de su familia ha perdido su empleo en los dos últimos años”. La respuesta a esa pregunta del último Sociómetro vasco revela que casi cuatro de cada diez personas (el 37%) han vivido esa situación. En cantidad similar (el 38%) responden que han visto congelado su salario o su pensión, o los de algún familiar, mientras un 34% ha sufrido recortes en su sueldo. Dos de cada diez (22%) han vivido una reducción de horas o días de trabajo. La crisis ha llevado la disminución de ingresos y de poder adquisitivo seguramente a la mayoría de los hogares, pero, en su expresión más dramática, ha introducido el paro en un tercio largo de ellos. Y esto en la comunidad que mejor aguanta y en la que el desempleo se mantienen en cifras de casi la mitad a la media española.
No es raro que el desaliento se extienda y se revele en las respuestas, tanto si ha deteriorado la situación personal o familiar como si no, y tanto en las preguntas relativas a la situación económica propiamente dicha como en las referidas a la política. En este último terreno, el descontento que muestra este último Sociómetro solo se ve superado, en toda la serie histórica, por el que manifestaban los encuestados en 2002 y 2003. Si ahora califican de mala o muy mala la el 60%, entonces lo hacían el 80% (2002) y el 71% (2003). Llama la atención que hace solo cuatro meses esa calificación estuviera en el 48%.
La preocupación por el terrorismo desciende hasta su nivel más bajo
Los encuestados muestran un menor pesimismo sobre su situación personal que respecto de la general, lo que indicaría que la crisis está pesando “como una losa” sobre la opinión pública. “El clima de la crisis, su alargamiento, acaba por afectar a la percepción de todos los aspectos de la vida”, valoró el responsable del Gabinete de Prospecciones Sociológicas , Víctor Urrutia, que prevé una acentuación de esa tendencia “ni no hay un cambio, un rayo de esperanza”. El 80% de los encuestados sitúa los problemas ligados al mercado de trabajo entre los tres principales, seguido a distancia de los económicos en general y de la política. El terrorismo, en cambio, desciende al nivel más bajo de toda la serie histórica: solo lo incluye el 5%.
Sobre los líderes políticos, el lehendakari, Patxi López, es el que goza de mayor conocimiento espontáneo (sin citar el nombre previamente al encuestado). Le nombra el 65%, a Iñigo Urkullu el 30% y a Antonio Basagoiti el 24%. López mantiene su primera posición cuando se pregunta con nombres: le conoce el 97%, seguido de Antonio Basagoiti (83%) y de Urkullu (79%).
La aprobación a López sube cinco puntos desde noviembre de 2011, hasta el 48% y es la figura más “transversal”, según Urrutia, porque recibe más aprobados de quienes no le votaron. Urkullu sube igual, hasta el 42%, pero con menos aprecio en votantes ajenos a su partido. En la calificación que Urrutia llamó “escolar”, Urkullu supera a López por tres décimas (4,6, frente a 4,3). Basagoiti tiene 2,9.
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