Un afectado por el ‘corralito’ de L’Aldea, en huelga de hambre

Javier García, empresario de 44 años, es uno de los afectados por el corralito de la sección de crédito de la cooperativa de L’Aldea (Baix Ebre, Tarragona). La entidad rozó el colapso en noviembre de 2011 y bloqueó las cuentas de todos los impositores. Medio año después, aún quedan atrapados 4,3 millones de euros. Como medida de protesta, García lleva una semana en huelga de hambre y duerme en una furgoneta frente a la cooperativa. El empresario realizó la instalación de riego de la entidad. “Fue en julio de 2011 y aún no he cobrado, solo me dieron 30.000 euros. Toda la instalación costó medio millón de euros. Nos han engañado”, explica.

En su ánimo se mezcla la desesperación con la indignación. De hecho, en las últimas semanas los vecinos de L’Aldea han empezado a movilizarse: el pleno del Ayuntamiento ha aprobado una moción de apoyo a las más de 430 personas afectadas por el bloqueo de su dinero con el fin de pedir a la Generalitat y al Estado un fondo de rescate. Además, en el pueblo todos los vecinos reclaman ser ayudados “como Bankia”, aunque la cooperativa no es una entidad bancaria propiamente. Así se reflejó en la última manifestación, celebrada el pasado 15 de junio, cuando alrededor de 400 personas cortaron la carretera N-340 con pancartas que rezaban “Bankia rescatada, L’Aldea arruinada” y coreando lemas críticos con la Generalitat y CiU. García terminará su protesta el viernes, fecha para la que hay convocada otra manifestación. Además, planea convocar protestas cada dos semanas cortando la N-340.

La cooperativa está en pleno concurso de acreedores y el administrador concursal valora en 5,9 millones de euros sus bienes y activos. Pero la viabilidad de la entidad está supeditada a la producción y podrían pasar 20 años antes del retorno a los socios de todos los ahorros bloqueados. “Dentro de dos semanas convocaremos una asamblea para aprobar las cuentas de 2011”, explica Fernando Falcó, presidente de la junta de la cooperativa. Pese a la incertidumbre, en la reunión tomará el relevo una junta encabezada por un grupo de afectados dispuestos a reconducir la entidad.