El ‘lehendakari’ pide nuevos consensos en el apoyo a la lengua

El lehendakari Patxi López defendió ayer una relectura de la Ley de Normalización del Uso del Euskera y una búsqueda de nuevos consensos en la materia que "fortalezcan la convivencia" sobre la base de la pluralidad lingüística. La ley, aprobada en el Parlamento vasco en 1982, fue, según el lehendakari, “punto de partida” y “símbolo” de los logros en el avance de la lengua vasca. Patxi López clausuró ayer una jornada de debate sobre el futuro del euskera organizada por Publikoa, el foro de debate que ha creado recientemente el PSE-EE.

El apego de la ciudadanía a la lengua vasca fue considerada por los expertos reunidos en el debate clave en la normalización lingüística, con más peso que las disposiciones legales o las medidas de promoción. El impulso dado al conocimiento de la lengua vasca desde la administración pública (181.000 hablantes más en los últimos 10 años) no se ha traducido en la práctica en un incremento de uso en los distintos ámbitos sociales, y es especialmente significativo entre los jóvenes euskaldunes, que a pesar de hablar las dos lenguas oficiales, eligen el castellano para comunicarse.

La lengua vasca ha ganado 181.000 hablantes en 10 años

El lehendakari se sumó al reconocimiento de los logros y a la preocupación por el desfase entre el avance entre el aprendizaje de la lengua y su utilización que, dijo, depende de los ciudadanos y defendió un pacto social, más allá de los límites lingüísticos, en el que el euskera y la pluralidad de lenguas sean bases de la convivencia y elementos integradores. López entiende que las instituciones públicas no pueden limitarse a "una mera neutralidad estéril" porque la ciudadanía vasca pide el apoyo a la lengua vasca, que se mantiene “con esfuerzo”, subrayó, en la situación de crisis económica. El Gobierno, añadió, “ha aprendido a dejar de lado todo sectarismo, denunciando las apropiaciones indebidas del idioma, porque no puede ser motivo de división social”.

López hizo referencia al marco abierto con el fin de la violencia terrorista. "Estamos viviendo un momento de libertad en Euskadi que debemos aprovechar para fortalecer la convivencia democrática, incrementar el acuerdo y arrinconar toda división y conflicto", dijo.

Otras voces en el debate también hicieron referencia a la Ley del Euskera. El ex viceconsejero de Euskera Patxi Baztarrika reclamó para su puesta al día un consenso similar al alcanzado en 1982. El director del Instituto de Euskera de la Universidad del País Vasco (UPV), Pello Salaburu, criticó la confianza "excesiva" que se deposita en las leyes como instrumento de cambio y abogó por el mantenimiento de las políticas de protección de la lengua. Por el contrario, el analista político Kepa Aulestia rechazó el proteccionismo del euskera, que después de más de tres décadas de cooficialidad “no causa beneficios al euskera”. “Tiene que funcionar en base a las leyes de mercado”, defendió. “El mayor error de la política lingüística fue su propio objetivo: conseguir una sociedad simétrica bilingüe”, explicó. “En lugar de fortalecerla, la ha debilitado. Se mantiene el objetivo, pero la simetría no es posible”.