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EL FUTURO DEL PP

Zoido, el líder que nació en las urnas

El PP confía la presidencia del partido al alcalde que arrolló al PSOE en Sevilla

Reyes Rincón
SCIAMMARELLA

El 22 de mayo de 2011 Juan Ignacio Zoido (Montellano, Sevilla, 1957) se jugó su futuro político. Si no conseguía la mayoría absoluta que le permitiera arrebatarle la alcaldía de Sevilla a la coalición PSOE-IU, Zoido se echaría a un lado. Ya lo había anunciado en público. Pero si las cosas le salían bien, si terminaba con 12 años de gobierno socialista en el principal fortín del PSOE, sus galones dentro del PP se iban a multiplicar de la noche a la mañana.

Y no ganó, arrolló. Obtuvo 20 de los 33 concejales del pleno de Sevilla y se convirtió en el hombre de moda en el PP, ese con el que todo simpatizante busca una foto, al que cualquier militante raso quiere arrimarse y al que ningún dirigente se atreve ya a discutir. El presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, escenificó la importancia de la victoria de Zoido acudiendo a su toma de posesión y el partido le eligió como estandarte del poderío del PP en los Ayuntamientos al señalarle para presidir la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). Su nombramiento para suceder a Javier Arenas como presidente del PP andaluz confirma que, un año después y a pesar de que el balance provisional de su mandato se aleja de lo que él mismo prometió, el alcalde de Sevilla conserva intacta la confianza de la cúpula nacional y regional del partido.

Cuando empezó todo, cuando a las ocho de la tarde de aquel 22 de mayo se cerraron las urnas que iban a catapultarle a los altares del PP, Zoido estaba en misa. El regidor tiene la convicción de que su inquebrantable fe en Dios le ha ayudado más en su vida personal y profesional que sus estudios de Derecho, sus oposiciones de judicatura y las relaciones que ha ido forjando en 30 años de carrera.Tampoco imagina cómo habrían superado él y su familia sin la religión el peor golpe que le ha dado la vida: la muerte de su segundo hijo, José María, a los 17 años en un accidente de tráfico. Aquel día de octubre de 2003 cambió su forma de afrontarlo todo. Cualquier problema es relativo y no hay obstáculo insalvable porque él superó el más difícil.

Muchos años antes de que ese revés le agujereara la vida, el hoy alcalde vivió otro luto que marcó su destino. Nacido en la localidad sevillana de Montellano, pero criado en Fregenal de la Sierra (Badajoz), por la cabeza del Zoido niño nunca pasó la idea de dedicarse a la política. En su familia no se hablaba de la Guerra Civil y el hoy alcalde suele contar que su camino más recto desembocaba en una pastelería. La del obrador de Fregenal que fundó su bisabuelo, luego regentó su padre y todo apuntaba a que acabaría heredando Juan Ignacio, el mayor de cinco hermanos. Pero la muerte del progenitor cuando él tenía 12 años cambió los esquemas familiares. Como quería el padre, el niño mayor estudiaría en la Universidad.

Zoido se decantó por el Derecho, empezó la carrera en Almería y pronto se trasladó a Sevilla. Con 26 años ya era juez, con 30, magistrado, y con 35 fue elegido juez decano de Sevilla, donde, ejerció como jefe de Mercedes Alaya, años después instructora del caso de los ERE. Zoido no era un juez brillante ni aparentaba ambición, según cuentan compañeros de aquellos años. Pero era listo, pertinaz, moderadamente conciliador y supo estar siempre en el sitio y en el momento oportuno. Cualidades que le fueron útiles en su carrera judicial y han labrado definitivamente su experiencia política.

El salto lo dio en 1996 como director general de Relaciones con la Administración de Justicia junto a la ministra Margarita Mariscal de Gante, en el primer Gobierno de Aznar. Casualmente fue allí, en Madrid, donde estrechó su amistad con Javier Arenas, con quien colaboró activamente como representante del Ministerio de Justicia en las mesas para el diálogo social promovidas por el entonces ministro de Trabajo. Después vino la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha y en 2002, la de Andalucía, que para la familia, con tres hijos, dos de ellos ya adolescentes, suponía la feliz vuelta a Sevilla.

En 2004, tras la victoria del PSOE en las generales, Arenas le nombra secretrario general del PP y dos años después, candidato a la alcaldía de Sevilla. Fracasó en su primer intento, pero apostó por un segundo y dedicó cuatro años a recorrer la ciudad barrio a barrio, repartiendo promesas a la carta y vistiendo de escándalo cualquier decisión cuestionable del gobierno de PSOE-IU. A mayo de 2011 llegó con todo el trabajo hecho y se sentó a esperar el descarrilamiento del PSOE, agotado ya en el ámbito nacional por la crisis económica y en el local, por 12 años de mandato de Alfredo Sánchez Monteseirín. Zoido, otra vez en el sitio adecuado en el momento oportuno.

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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