Un jefe de Pediatría considera “improbables” los casos

El jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Donostia, Joseba Landa, afirmó ayer en el Parlamento vasco que resulta “muy improbable” que haya habido desapariciones o robos de niños en un hospital público porque hay “multitud de personas” trabajando en el centro, por lo que lo considera este tipo de episodios “algo imposible a todas luces”. Landa compareció ante la Comisión de estudio sobre los casos de bebés robados y adopciones irregulares entre los años 1940 y 1990, a la que también acudieron los jefes de celadores de los hospitales Donostia, Cruces y Álava.

El responsable de pediatría explicó que lleva trabajando en el centro desde 1983 y apuntó que el Hospital Donostia colabora en la actualidad con el juez y la Fiscalía facilitándoles los libros de registro que son de uso interno. Landa explicó que a estos archivos no se puede acceder públicamente, ya que contienen datos de terceros. “Los informes corresponden a la realidad”, defendió el responsable de Pediatría.

Las asociaciones de personas afectadas se pusieron al comienzo de este “conflicto” en contacto con la dirección del Hospital, puntualizó el especialista, pero se produjo un “cruce de acusaciones porque las asociaciones entendían que teníamos un tipo de intereses y no decíamos lo que ellos querían escuchar”. “Hubo una invitación por escrito por parte de la dirección del hospital para establecer reuniones pero, a día de hoy, no han aceptado conversar con la Dirección Médica”, aclaró para añadir que los afectados “rehúyen hablar con gente que puedan dar distintas versiones”.

Landa detalló que ha mantenido reuniones con una docena de familiares que lo solicitaron, y a los que se les resolvió cualquier duda. “No lo hemos hecho antes porque al inicio no nos dábamos cuenta de la magnitud pero al entregar los informes creíamos que habíamos acabado con nuestra labor pero vemos que en las reuniones hay familiares que efectivamente entienden las cosas”, indicó.

Respecto a las diferencias existentes entre los datos de las asociaciones y de los centros médicos, Landa defendió que estos últimos hablan con criterio técnico y científico, mientras que las asociaciones elaboran textos y actuaciones que “no puedo compartir”. “Espero que esta comisión tenga frutos que correspondan con la realidad”, zanjó el médico.

Por su parte, el jefe de celadores del Hospital Donostia, Máximo Pérez Gurruchaga, que trabaja en el centro desde 1979 y desde 1994 ostenta el cargo, precisó que los familiares de un bebé fallecido “siempre” tenían la oportunidad de ver el cadáver.