Las farmacias secundan masivamente el cierre contra los impagos de la Generalitat
Los usuarios se muestran resignados y comprensivos ante la protesta de los boticarios
Un cartel con el mensaje La Generalitat se ha quedado ¡otra vez! sin dinero para medicamentos y las persianas bajadas recibieron este jueves a buena parte de los pacientes que acudieron a la farmacia a por sus medicinas. Las 2.200 boticas de la Comunidad Valenciana secundaron de forma masiva la primera jornada de cierre patronal que concluye este viernes en protesta por la deuda que arrastra el Consell en el pago de los medicamentos con receta de la red sanitaria pública.
La adhesión fue casi unánime —en la provincia de Valencia solo abrieron ocho de 1.200, al margen del 14% de servicios mínimos—, según los datos ofrecidos por los tres colegios de farmacéuticos. Es la segunda protesta de este tipo que el sector lleva adelante en menos de seis meses por el mismo motivo.
Hasta este jueves, los impagos correspondían a los meses de febrero, marzo y abril, y sumaban 360 millones de euros —a razón de 120 mensuales—. Pero los responsables de las entidades colegiales daban por hecho que el viernes la Generalitat no cumpliría con el compromiso de pagar antes del día 10 de cada mes, por lo que ya elevaban la cifra de impagos a 480 millones de euros. De hecho, la última liquidación, la del mes de enero, se ejecutó por parte de la Consejería de Sanidad el miércoles pasado.
Los usuarios se tomaron con resignación y comprensión la protesta de los farmacéuticos. “Es justa, si les deben dinero tienen derecho a protestar”, comentó César, un inmigrante colombiano, que junto a su mujer Lorena, buscaba una farmacia de guardia. ”Tenemos que comprar una receta para mi madre”, explicó.
Carmen Vila, de 71 años, sufre enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Se declaraba "despedida, no jubilada" e intentaba localizar un nuevo aerosol que le han recetado a primera hora en el hospital La Fe. "No sé si lo encontraré", comentó, "mi farmacia habitual está cerrada y aquí no lo tienen, así que buscaré en otra". Carmen consultó el mapa para identificar la botica más cercana mientras su cuñada la espera con el coche en marcha y cara de resignación.
José Vicente Cañizares, titular de la farmacia de Manuel Candela, apuntó que la afluencia de público es mucho más baja que en otras jornadas de protesta. "O la gente se ha abastecido antes o se receta menos", comentaba el boticario.
“Creo que la huelga es justa, aunque no sé si tanta manifestación y protesta es bueno para el país”, señaló otra mujer que también buscaba información sobre qué botica estaba en servicios mínimos. “Yo creo que la Administración tiene que tomarse esto ya en serio”, replicó otro hombre.
Un calendario de pagos
“Las farmacias están sustituyendo a la Administración y financiando los medicamentos de todos los valencianos”, expuso por su parte la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Valencia, María Teresa Guardiola, que solicitó a la Generalitat “un calendario real y efectivo [de pagos] que solucione los problemas de las oficinas de farmacia. En el caso contrario, se mantendrán las “medidas” de presión, aunque no especificó cuáles.
El consejero de Sanidad, Luis Rosado, manifestó su intención de establecer un calendario de pagos “lo antes posible". De momento, dijo, no se puede fijar fechas concretas ya que los plazos “dependen muchísimo de la liquidez que vaya adquiriendo el Gobierno valenciano en los próximos días”.
Guardiola describió un escenario repleto de sombras. Unas 30 farmacias han solicitado un concurso de acreedores en Valencia y otras siete en Alicante. Además, 400 se encuentran “al límite”, muchas de las cuales han solicitado pólizas “arriesgando su propio patrimonio” para compensar las deudas de la Administración. La presidenta del organismo colegial advirtió de que peligra el abastecimiento de fármacos en la costa de cara al verano.
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