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AZUCENA CASTRO|Directora de la empresa de biotecnología OWL

“Podemos ser muy competitivos en alta tecnología”

Azucena Castro Espido
Azucena Castro Espido F. D.-ALDAMA

Azucena Castro es desde 2005 directora general de la empresa vasca de biotecnología OWL, que acaba de sacar al mercado el primer test de diagnóstico del mundo de hígado graso sin biopsia. Basta una pequeña muestra de sangre. El hígado graso está asociado con la vida sedentaria y los cambios de alimentación. “Cada vez es más frecuente y en EE UU está empezando a ser considerado una epidemia”, asegura Castro. En un 20% de los casos, puede degenerar en una cirrosis hepática, detalla. Hoy recibirá en Bilbao el premio de la Asociación de Empresarias y Directivas de Bizkaia (AED).

Pregunta. ¿Le gusta más emprender o investigar?

Respuesta. No están reñidas. La empresa que dirijo es de biotecnología. Emprendemos a partir de lo que investigamos.

P. ¿Euskadi sufre una carencia de mujeres emprendedoras e investigadoras?

R. En el sector de las biociencias, que es el que conozco, la presencia de investigadoras es muy alta. Y también hay un gran número de mujeres en puestos directivos. Hace 10 años hubo una apuesta institucional por apoyar este sector y hoy día hay 70 empresas que emplean a 1.800 personas, muchas de ellas mujeres. Aunque siempre se puede hacer más. Toda organización se enriquece con el trabajo conjunto de ambos sexos.

Perfil

Azucena Castro Espido (Sobrado de los Monjes, A Coruña, 1962) es doctora en Ciencias Biológicas por la UPV. Tras años de investigación en biología molecular, en 1997 creó la empresa Datagene, especializada en identificación genética y pruebas de paternidad. Ha asesorado a centros de investigación y compañías en el sector de las biociencias. Desde 2005 es directora general de OWL.

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P. Hay una edad crítica para las investigadoras, entre los 20 y 30 años, por la dificultad de conciliar vida familiar y laboral.

R. Es la etapa de la vida en la que se decide tener hijos. La investigación es muy exigente, requiere muchas horas de trabajo. De los 20 a los 30 años es el periodo en el que las personas realizan sus tesis y van al extranjero. Resulta muy difícil para una mujer compatibilizar esto con la vida familiar. Debemos aprender de los países nórdicos, donde se dan muchas facilidades.

P. ¿La ciencia resulta un buen negocio?

R. La ciencia genera nuevos negocios. La apuesta por la I+D siempre es una buena inversión. Si nos fijamos en los países que están sufriendo menos la crisis, todos tienen mucha I+D. Es un modelo de negocio que requiere tiempo, es a medio-largo plazo. No es como en otros sectores, donde en un año puedes tener el producto en el mercado. Aquí los tiempos de desarrollo son más largos. Se necesita tiempo e inversiones fuertes. Pero luego los retornos pueden ser muy importantes, porque estas empresas están en un mercado global. Sectores como la aeronáutica y las nuevas fuentes de energía después de un tiempo están dando muchísimos retornos. Pero insisto: hay que darle tiempo.

P. ¿Las inversiones más importantes son públicas o privadas?

R. Lo fundamental es la cooperación de ambas. Nosotros atraemos inversión privada internacional con pequeños apoyos públicos. Generamos productos con una tecnología que tienen solo cinco o seis empresas en el mundo. Desarrollamos nuevos sistemas de diagnóstico o tratamiento a determinadas enfermedades. Por otra parte, con esta tecnología podemos ofrecer un servicio muy especializado para empresas biotecnológicas, centros de investigación o empresas farmacéuticas.

P. El objetivo del Plan de Ciencia y Tecnología del Gobierno vasco es que para 2015 la inversión en I+D alcance el 3% del PIB. ¿Cree que es suficiente?

R. Creo que es un reto importante. Ahora estamos en el 2,08%. Esto es consecuencia de 30 años de inversiones. Ahí están los Parques Tecnológicos, los centros de investigación, la Red Vasca de Ciencia y Tecnología… Somos una isla en el resto de España, afortunadamente. De otro modo, ¿en qué seríamos competitivos? Tenemos que serlo en alta tecnología y en especialización. Este plan sigue apostando por la I+D. Ahora bien, está claro que si hiciera la carta a los Reyes Magos, pediría más. Pero hay que ser realista; la situación es la que es.

P. ¿Considera que el ciudadano es consciente de esto que dice con la que está cayendo?

R. Cuando el ciudadano tiene una enfermedad, quiere la última tecnología; no quiere ir lejos a recibir tratamiento. La realidad es que podemos ser muy competitivos y generar riqueza en sectores de alta tecnología. De ese modo, podremos vender en el extranjero. Si no, ¿qué vamos a hacer?

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