El 15-M se asoma a la plaza
Un centenar de personas participó ayer en una asamblea en plaza de Catalunya, El movimiento inicia hoy la celebración de su aniversario, que durará hasta el martes
“No hay que obsesionarse en llegar a conclusiones concretas”, “todas las voces tienen que ser respetadas y escuchadas”, “hay que pedir respeto por la asamblea”... Estos principios se repitieron ayer en una asamblea en la plaza de Catalunya a las seis de la tarde, en la que participó un centenar de personas. Los indignados regresaron a la plaza, en un acto que supuso un apagado pistoletazo de salida de la gran celebración prevista hoy para conmemorar el aniversario del 15-M, un movimiento liderado por ciudadanos indignados que tomaron la calle el año pasado para demostrar su rechazo a los poderes políticos y económicos. En la plaza de Catalunya de Barcelona se han programado diversas actividades hasta el martes, en el que una asamblea decidirá si siguen en la plaza o si se marchan.
Pasadas las seis de la tarde, Jezabel se hizo con el micrófono y presentó el Foro de los Pueblos en el que se convertirá la plaza de Cataluña. El movimiento espera que el lugar se transforme durante al menos cuatro días en un espacio de debate ciudadano y se pongan en común las diferentes propuestas que durante un año se han trabajado en las asambleas de barrio. Para hacer ágil y evitar debates interminables y ruidosos, ayer se recordaron las normas básicas de funcionamiento de la asamblea, como son los gestos para expresar la opinión sobre las diversas intervenciones.
Hoy se prevé una manifestación con amplia participación a las seis de la tarde, bajo el lema El pueblo somos la solución. La plaza será un lugar de trabajo dividida de nuevo en cinco espacios —Sintagma, Sol, Tahrir, Islandia y Liberty Square—, donde volverán a establecerse diversas comisiones (de vivienda, de educación, de sanidad, de derechos y libertades, de barrios, laboral, de deuda, de cocina, de comunicación y de taller de materiales). Cada noche, a las 21.00, se celebrará una asamblea.
En el simbólico regreso de ayer a la plaza se vivieron efusivos abrazos y saludos por parte de personas que no se veían desde hacía mucho. El campamento fue desalojado definitivamente el 30 de junio del año pasado, después de que hubiese una división de opiniones en el colectivo, y costó 240.000 euros en desperfectos. Los indignados no dicen claramente si acamparán hoy de nuevo, y se refieren eufemísticamente a que la plaza que será un lugar de trabajo 24 horas al día.
“Lo que pedimos es calma, tranquilidad y sentido común”, dijo ayer el alcalde de Barcelona, Xavier Trias. Hasta el martes, hay un pacto tácito según el cual les dejarán dormir en el lugar sin intervenir, pero Trias ya ha avisado de que no permitirá una “ocupación estable”. “Actuaremos con voluntad de acuerdo y pactando. Siempre he defendido el derecho de la gente a manifestarse, pero debemos exigir que se haga con orden y sin altercados”, añadió el alcalde, informa Clara Blanchar.
Desde la consejería de Interior, han insistido en que los Mossos d'Esquadra no actuarán en la plaza a no ser que haya problemas de orden público. “No tenemos otro dispositivo preparado que el que sea necesario para garantizar que esta gente que quiere expresar su indignación e inquietud lo pueda hacer como ejercicio de sus derechos individuales”, aseguró el titular de Interior, Felip Puig, en declaraciones a Catalunya Ràdio.
Mientras, los pequeños comerciantes que tienen tenderetes en la plaza están ya con el miedo en el cuerpo. “Me preocupa que esto acabe como el año pasado, cuando tuve que salir de la plaza”, se queja uno de ellos. “Entiendo que la gente se movilice y no son los indignados los que causan problemas, son los cuatro que se quedaron hasta el final y que vivían incluso en los árboles”, añade. Durante la acampada en la plaza, el hombre no ganó nada, según cuenta. “Es bonito verlo desde fuera, pero para el que está aquí es otra cosa”, lamentó.
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