Obligados a hacer el examen un día después y con las mismas preguntas
Educación evalúa a dos colegios 'objetores' de la prueba regional de conocimientos de 6º Las familias de los alumnos de estos centros rechazan este control desde que se instauró en 2005 Los problemas y textos son públicos desde ayer
Cerca de un centenar de alumnos de dos colegios madrileños se han enfrentado hoy al mismo examen que el resto de escolares de 11 y 12 años de la región (unos 63.000 alumnos de 1.300 colegios) hicieron ayer. Las mismas preguntas, el mismo dictado y los mismos problemas matemáticos. Sus padres rechazan de forma sistemática convocatoria tras convocatoria una prueba regional que mide los conocimientos en matemáticas, lengua y cultura general desde 2005 y que es muy cuestionada por parte de la comunidad educativa.
Los chicos de 6º de Primaria de los colegios públicos Trabenco (Leganés) y Palomeras Bajas (Entrevías) han llegado a clase esta mañana y se han encontrado a inspectores educativos en sus aulas que les han obligado a hacer la prueba de Conocimientos y Destrezas Indispensables (CDI). La Comunidad de Madrid instauró en 2005 esta prueba para los escolares de 11 y 12 años de la región. Es un examen obligatorio pero no puntúa en el expediente.
Las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Ampas) de ambos colegios han rechazado participar en todas las convocatorias tras enviar cartas explicativas a la inspección. Este curso, por primera vez, la Consejería aplica la normativa, como admite un portavoz de Educación. Los inspectores han acudido a los centros “para hacer cumplir la norma” que dejaron pasar en años anteriores, tras decidir “que se acabó con la impunidad de dos centros que incumplen la norma de forma sistemática”. No aclara por qué no decidieron atajar esa impunidad antes.
Los exámenes de matemáticas, lengua y cultura general se publicaron ayer íntegros en varios medios (entre ellos, EL PAÍS) con preguntas como qué es un animal ovíparo, algunas capitales europeas, un comentario de texto de un escrito sobre Charles Dickens o la temperatura de congelación del agua. “Mi hija ha escuchado esta mañana algunas preguntas en una radio musical”, explica Mar, madre de una alumna de Palomeras Bajas, que prefiere figurar sin apellidos.
La Consejería no incluirá sus resultados en la media general pero dará las notas a los padres
Mar ha acudido esta mañana al colegio con otros padres. Tanto ellos como sus hijos iban ataviados con la camiseta verde que defiende una “escuela pública de tod@s y para tod@s” (símbolo de la protesta educativa madrileña tras los últimos recortes). Ayer les llegó “el rumor” de que sus hijos iban a ser examinados.
“Nuestro colegio no es un centro donde prime el conocimiento memorístico como evalúa esta prueba. Los alumnos aprenden en asambleas, es muy participativo”, explica Mar, que considera la evaluación externa “una prueba perversa que sirve para hacer ranking de centros y para denigrar a la escuela pública”. Su hija Carmen ha señalado después que la prueba le resultó “facilita” y asegura que algunos de sus compañeros habían revisado las preguntas en casa ante la sospecha de que les tocaría hacer el examen.
Desde Educación señalan que los resultados de ambos centros no figurarán en el listado que la Consejería de Educación cuelga con los datos de todos los colegios ni se empleará para la media escolar de la Comunidad de Madrid, aunque sí se enviará a las familias.
Los alumnos "estaban muy nerviosos"
“Este examen no nos gusta porque evalúa cuestiones que no son importantes. Nosotros hacemos asambleas en clase, decidimos cosas juntos, eso no se puede examinar”, asegura Carmen, de 12 años. Asegura que otros compañeros “estaban muy nerviosos” al encontrarse con un examen que no se habían preparado y que no querían hacer.
Hasta este año, los padres de los alumnos de Trabenco y Palomeras Bajas enviaban una carta a la inspección, dejaban a los niños en casa el día del examen. Ayer faltaron un año más. Pero esta vez no han conseguido evitarlo. “Los inspectores han obligado a nuestros hijos a hacer la prueba y ni siquiera les han dejado salir al recreo durante la pausa para que no pudieran llamarnos, les han secuestrado”, protesta Consuelo Baeza, madre de un alumno del Trabenco. Según el citado portavoz de la Consejería, la inspección educativa “no ha puesto ninguna restricción" a los estudiantes, pero decidió dejarlos en la biblioteca "para que no se descentrasen".
Los padres de alumnos de ambos centros estudian emprender “acciones legales” contra la Consejería, según Baeza. El AMPA de Palomeras Bajas ha convocado uan reunión el viernes a las 16.15 para “hacer una valoración entre todas las familias y plantear posibles respuestas”.
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