El conflicto con Argentina lleva el temor a la pesca

La expropiación de la petrolera YPF por parte del Gobierno argentino, culminada la semana pasada con la aprobación por el Congreso de ese país, puede tener importantes consecuencias para las empresas españolas (en su mayoría gallegas) que crearon empresas mixtas en el país austral y que ahora pueden acabar sufriendo las consecuencias del conflicto diplomático y económico soterrado que enfrenta a los gobiernos español y argentino. Paradójicamente, el mayor problema que amenaza a estas empresas no son nuevas nacionalizaciones (las empresas que operan allí son sociedades de derecho argentino y no se verían afectadas) sino la posibilidad de que la UE anule las ventajas arancelarias de las que actualmente disfrutan los productos pesqueros que estas empresas exportan a Europa.

De los cerca de 1.500 millones de euros en que se valoran las exportaciones de productos pesqueros argentinos con destino a la UE en 2011, más de 800 millones (60%) fueron realizadas por los grupos españoles que operan en Argentina entre los que destacan los gallegos Pescanova, Vieirasa, Iberconsa y Armadora Pereira, entre otros. En la actualidad operan en los puertos patagónicos del país austral más de un centenar de buques factoría propiedad de sociedades con capital español. Estos grupos dan empleo a unos 250 españoles y a un número superior de tripulantes argentinos.

En el sector son pocas las voces que quieren hablar para no enturbiar más las relaciones con Argentina. Entre las varias empresas consultadas para este reportaje, ninguna quiso realizar comentarios al respecto. Javier Garat, secretario general de la Confederación Española de Pesca (Cepesca), explica que las empresas españolas que operan en el país austral están preocupadas por lo que pueda suceder en los próximos meses con este asunto. “El sistema de ventajas arancelarias para los productos pesqueros argentinos que está actualmente en vigor se termina en el año 2014 pero si llega a adelantarse la salida esto resultaría perjudicial para las empresas que están allí. Como ejemplo podemos poner el caso del langostino que ahora paga un arancel del 4,2% y podría pasar a pagar un 12%. Sin duda que todas las empresas que operan allí se verían afectadas”, indica Garat.

Las pesqueras exportan por más de 800 millones anuales a España

Cepesca y otras asociaciones de armadores han pedido al Gobierno español que actúe con prudencia en este asunto para no acabar perjudicando los intereses de las empresas pesqueras españolas. El presidente del Cluster de Empresas Pesqueras en Países Terceros (CEPPT), José Ramón Fontán, asegura que el sector tiene que moverse “con mucha discreción y tacto” para evitar que pueda haber resoluciones que perjudiquen a los intereses de las empresas españolas que están en Argentina, tanto en lo que se refiere a las resoluciones que pueda tomar la UE, como a las que emprenda el Gobierno argentino. Fontán apunta que la UE trabaja en función de sus intereses y tendrá que tomar una decisión sobre las relaciones que quiere mantener con Argentina sin perder de vista que se trata de uno de los países que integran el Mercosur.

Por su parte, el adjunto a la dirección de la Cooperativa de Armadores de Vigo, José Antonio Suárez Llanos, explicó que desde esta institución están en permanente contacto con el Gobierno español por este asunto y esperan que “las aguas vuelvan a su cauce” y las empresas gallegas que operan en Argentina no acaben por verse perjudicadas. “Es un tema político que debe resolverse tanto en lo que se refiere a Argentina como en lo que afecta a la UE”, añade.

Fontán: “El sector tiene que moverse con mucha discreción y tacto”

España es el país que el año pasado recibió un mayor número de exportaciones de productos pesqueros procedentes de Argentina, con un volumen total que alcanza los 459 millones de dólares. A continuación se sitúa Italia con 130 millones y Francia con 90. De ahí se deduce la importancia que tiene el mercado español para las exportaciones de pescado congelado desde el país austral, principalmente de langostino, calamar y merluza.

Un endurecimiento de los aranceles supondría un aumento en los costes para los exportadores en la misma proporción, dado que el mercado no puede absorber en estos momentos una variación al alza en los precios. Las empresas tendrían que asumir como un sobrecoste la nueva escala arancelaria, lo que podría provocar serias dificultades económicas a estas compañías por la caída de la rentabilidad. La dependencia del caladero argentino para muchas de estas empresas es muy elevada.