El Valedor justifica los recortes del PP y cree "un error" la Dependencia

El Valedor do Pobo cambia de bando para convertirse en defensor del Gobierno. Fue lo que evidenció ayer Benigno López, titular de esa institución, en su comparecencia parlamentaria para presentar el informe de 2011 y durante la cual planteó que se “suspenda” la aplicación de la Ley de Dependencia, ya que “nació muerta” por la falta de recursos económicos que la desarrollen, y consideró “imprescindibles, justos y necesarios” los recortes adoptados por los Gobiernos central y gallego para encarar la crisis. En esta tesitura, cobran coherencia los planteamientos de la Xunta y del PP de limitar los recursos del Valedor do Pobo en aras de la austeridad: la institución deriva en un mero buzón de reclamaciones, que fueron 2.497 en 2011, un 9% que el año anterior.

En su última intervención, a la que los grupos ya no tenían opción a réplica, Beningno López, precedido ya de polémicas como la relacionada con el uso del gallego, despachó su indulgencia: “Entiendo que ningún dirigente, sea del grupo político que sea, salvo que no esté en su sano juicio”, dijo, “vaya a tomar unas medidas correctoras o de austeridad que vayan en contra de la ciudadanía por gusto. Probablemente nada es suficiente para asumir esta situación”, añadió, para referirse al “pueblo sacrificado y consciente de la realidad” frente a “medidas que producen sufrimiento”, pero que “tienen que entenderse como justas, necesarias e imprescindibles: a lo mejor estamos obligados a soportarlas y entiendo que el pueblo gallego está también comprometido a soportarlas y sufrirlas”.

“El pueblo gallego está comprometido a soportarlas y sufrirlas"

Lo único que el Valedor echa en falta es “una puerta a la esperanza para que la ciudadanía pueda al menos imaginar una salida del túnel” de la crisis, excavado por los mercados occidentales y europeos. Nadie se va a asustar por las medidas que convenga adoptar, prosiguió López, que instó a los grupos parlamentarios a que hagan llegar a la Xunta y, a través de ella, al Gobierno central, la necesidad de “justificar de forma oportuna”, con información, las medidas que se adoptan. “El sufrimiento no va a desaparecer”, reflexionó él mismo, “pero va a ser menos doloroso”.

En los servicios “esenciales”, sanidad, educación y dependencia, los recortes deberían ser “mínimos, cuando no haya más remedio”, prosiguió el Valedor, que pasó a señalar cómo las quejas por la atención a la dependencia suman el doble que en 2010, aunque en los servicios sociales se mantiene una situación inalterable, con los problemas de años anteriores, la falta de presupuesto y una ley [la de dependencia] “que fue un error”. “Creó expectativas difíciles de cumplir sin respaldo presupuestario, nació muerta”, adujo López, sin vislumbrar ninguna salida, ya que la de aportar más dinero “en este momento” la considera “difícil o imposible” y la de priorizar la atención a los grandes dependientes no evitará que lleguen a ese grado los que ahora solo son severos o moderados. Así que, concluyó, “a lo mejor convendría dejar en suspenso la aplicación de la ley” hasta que empiece la recuperación económica.

El portavoz socialista, Francisco Cerviño, había reclamado el fortalecimiento de la figura del Valedor como “una parte esencial de las instituciones de control junto con los parlamentos, los tribunales de cuentas, los jueces independientes y la prensa libre y no venal” para instar a López a que, dentro de sus funciones, reclame a la Xunta el mantenimiento de los servicios básicos con carácter público y de calidad antes de emplear el “inadecuado tono comprensivo con los necesarios ajustes”, impropio de su labor.