Mas tacha de “simplista, exagerada e injusta” la ofensiva de Montoro

El alejamiento entre el Partido Popular y Convergència i Unió en las Cortes ha tenido esta mañana su traslación directa al Parlament, donde el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha atacado duramente al Gobierno, en especial al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, por “señalar con el dedo” a las comunidades autónomas como responsables del déficit público. En opinión de Mas, esta acusación es “simplista, exagerada e injusta”. El presidente catalán ha tenido un duro enfrentamiento con la líder regional del PP, Alicia Sánchez-Camacho, y ha recibido el apoyo de los partidos de la izquierda para el caso de que el Gobierno se plantee la intervención de las finanzas de Cataluña.

Durante la sesión de control al Gobierno, Sánchez-Camacho ha recordado a Mas que antes del 15 de mayo debe presentar al Gobierno un nuevo plan de ajuste para cumplir los presupuestos y que no hacerlo puede comportar la intervención. Pero lo que más enfado ha provocado al presidente de la Generalitat y a los diputados de Convergència i Unió ha sido que Sánchez-Camacho haya obviado las deudas del Estado con Cataluña y en su lugar haya recordado las transferencias corrientes que ha venido haciendo el Estado para, ha dicho, “pagar incluso las nóminas de la Generalitat”. “Esperábamos más de usted, señor presidente”, le ha dicho como reproche por la enmienda a la totalidad de CiU a las cuentas del PP.

Sánchez-Camacho recuerda a Mas que antes del 15 de mayo debe presentar un nuevo plan de ajuste

Visiblemente enojado, Mas ha respondido a Sánchez-Camacho recordándole que el Gobierno central no ha pagado los 219 millones que el Gobierno debe a Cataluña por mandato del Estatuto en concepto de infraestructuras no realizadas y le ha exigido que deje de presentar las transferencias corrientes entre Administraciones como si fueran un privilegio. “No presente como una dádiva, una donación, los adelantos que se hacen para pagar nóminas, porque esto es dinero de los catalanes, un dinero que se administra desde Madrid, pero que es de los catalanes”. Asimismo, Mas ha reprochado al Gobierno que invierta en el AVE a Galicia y aumente la inversión en el Museo del Prado mientras que reduce un 45% el gasto en Cataluña.

Toda la sesión de control al Gobierno se ha centrado en la advertencia lanzada por Mas el pasado lunes, cuando aseguró que convocará elecciones anticipadas si Cataluña es intervenida. Ante esta amenaza, que el Ejecutivo catalán considera real y factible, Mas ha recibido apoyos incluso de partidos habitualmente muy combativos con CiU, como Iniciativa per Catalunya. El líder ecosocialista, Joan Herrera, ha denunciado la estrategia recentralizadora del PP y ha asegurado a Artur Mas que puede contar con su “firmeza” para evitar la intervención. Eso sí, Herrera ha reprochado a CiU que diera su apoyo a la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que abre la puerta a la intervención de las autonomías.

También desde Esquerra Republicana, Joan Puigcercós ha ofrecido a Artur Mas su colaboración y le ha recordado que CiU y ERC suman en el Parlament “una mayoría alternativa” a la que hasta ahora han mantenido Convergència i Unió y el Partido Popular. El socialista Joaquim Nadal también ha ofrecido colaboración a Artur Mas, pero le ha exigido un cambio de rumbo en su política.

Con todo, Artur Mas ha rechazado todas las muestras de adhesión que puedan obligarle a cambiar su política de recortes. El presidente de la Generalitat ha respondido a Nadal asegurando que el problema es que se hable más de alianzas que de los problemas que afectan a los ciudadanos de Cataluña. “Debemos hacer una piña con los temas que nos interesan como país”, entre los que ha citado, de nuevo, el pacto fiscal.