La imposible rentabilidad del cambio

PSE-EE y PP comparten una extraña sensación a medida que se agota la legislatura: les resulta muy difícil rentabilizar electoralmente a corto plazo los efectos del cambio político. “Será algo que la sociedad valorará probablemente a medio o largo plazo porque quizá todo va muy deprisa y no nos damos cuenta de dónde venimos, pero se ha conseguido”, apunta un parlamentario socialista. En el PP lo comparten, pero subrayan que “era necesario hacerlo y se ha contribuido a la normalidad de la que carecíamos”.

Con todo, hay voces en el PSE-EE, más allá de la públicamente significada de Jesús Eguiguren aunque en su mayoría procedentes de Gipuzkoa, eso sí, que incitan a “caminar solos de una vez, marcando nuestro propio perfil si no queremos hundirnos más de la mano del PP”. En cambio, dentro del aparato socialista hay coincidencia en no ofrecer de momento una imagen de ruptura sino de que “acompasar” un discurso muy volcado en la figura del lehendakari, que recupere “diciendo todo lo que hemos hecho” el perfil socialista que “mucha gente entendió en las dos últimas elecciones que lo habíamos perdido y por eso nos castigó”.

En este debate, sin embargo, hay quienes sostienen que “se está tardando mucho” en abrir un debate y citan como ejemplo “el retraso clamoroso” en promover una conferencia interna que no se acaba de convocar y abrirla a la participación”.