Multinacionales a la caza del comedor escolar
Grandes empresas se ofrecen a comprar la deuda de la Generalitat Sociedades familiares soportan impagos por becas de comedor de 100.000 y 500.000 euros
Según se mire, la crisis puede ser una oportunidad o un desastre. Mientras las empresas familiares que suministran los menús diarios en los colegios públicos soportan deudas que oscilan entre los 100.000 y 500.000 euros por el retraso de la Generalitat en pagar las ayudas y becas de comedor escolar desde octubre de 2011, multinacionales del sector se ofrecen a “comprar la deuda” a cambio de quedarse con la contrata en los colegios.
Las multinacionales del servicio de comidas han adelantado la campaña del próximo curso y desde finales de febrero están visitando a directores para que cambien de empresa y se liberen de la carga económica de la deuda. Si la Generalitat no paga las becas y los gastos de funcionamiento del comedor, son los centros escolares los que se hacen cargo de adelantar el dinero a las empresas proveedoras con lo que recaudan de los niños no becados. También se dirigen a los propietarios de las empresas familiares más afectadas para comprarles la deuda.
“No nos compran la empresa, nos pagan la deuda, nos retiran del mercado y se quedan con nuestros colegios”, describe una empresa afectada que no ha cobrado nada del Consell entre octubre de 2011 y marzo de 2012 y que se refugia en el anonimato.
El comedor escolar es un servicio que utilizan 1650.000 niños durante 146 días al año en 923 centros escolares públicos. La Consejería de Educación financia 1,45 euros de gastos de funcionamiento del servicio de todos los usuarios; es decir, 31 millones de euros. En paralelo, Educación subvenciona becas por valor de 4,25 euros al día a 75.000 niños, tal y como está estipulado en la resolución de 3 de junio de 2011. Esto supone un gasto social de 46.5 millones de euros más.
Los colegios anticipan
En conjunto, entre lo que financia la consejería y lo que pagan los padres de los 90.000 niños sin beca, la factura del comedor escolar en el sistema educativo público valenciano supera los 102 millones al año. Un mercado muy apetecible.
La permanente de directores de colegios de Valencia y Alicante confirmó el jueves que Educación “no ha pagado nada de 2011, ni los gastos de funcionamiento del comedor, ni las becas”. En Castellón, por el contrario, aseguran que “se han empezado a pagar ya”.
Directores, asociaciones de padres y empresas consultados confirman la “asfixia” por la que están pasando muchas empresas familiares y relatan casos de empresas saneadas que han empezado a dejar de pagar nóminas e, incluso, están al borde de la suspensión de pagos. Y como ejemplo, un director cita a una empresa con medio centenar de empleados, que suministra el menú escolar a varios colegios desde hace dos décadas y que “ha tenido que dejar de pagar la nómina en febrero, habiendo hablado con los empleados, antes que despedir al 50% de la plantilla y poder seguir pagando impuestos, seguros sociales y la comida diaria a más de un millar de alumnos”.
Cuando la deuda es elevada más de 70.000, 100.000 o medio millón de euros, “comerciales que van de parte de multinacionales como la estadounidense Aramark se han ofrecido a comprar la deuda”, describen.
“No nos compran la empresa. Nos pagan la deuda que mantiene la Consejería de Educación, nosotros nos retiramos del mercado y se quedan con nuestros colegios. En la actualidad, algunas empresas han accedido y han abandonado los colegios”, describe una empresa afectada.
Valencia y Alicante no
No sólo esta multinacional ha hecho ofertas. Una decena de grandes empresas de servicio de comidas entre las que citan a Serunión, Servalia, Irco o Eurest se han dedicado a hacer ofertas a los directores de colegio, antes de que arrancara la campaña en abril.
Las multinacionales a las que se ha dirigido este periódico ni confirman ni desmienten los hechos. Aramark, la única multinacional que ha respondido se limita a decir que “está presente en más de 600 comedores escolares de todas las comunidades autónomas, incluida la valenciana” y que “de forma continuada, el equipo comercial ofrece nuestros servicios de restauración tanto a colegios públicos como privados como parte de nuestra política comercial habitual”.
Pero las asociaciones de padres aseguran que la campaña de las multinacionales está en marcha. “La Consejería de Educación nos debe del comedor escolar del curso pasado 10.000 euros, más lo de primer cuatrimestre de este curso. Entiendo que la cadena que lo lleva lo está pasando mal y tenga dificultad para pagar a los monitores”, describe María José Martín, presidenta del Ampa del colegio público Bartolomé Cossio de Valencia, que ha visto cómo “comerciales de empresas grandes como Serunión o Eurest, están yendo a los colegios a hacer ofertas”.
“La deuda del comedor se está pagando del fondo del colegio, para no tener que decir a los padres de los niños con beca que no traigan a sus hijos, porque la situación de estas familias es muy difícil”, explica Miriam Valdez, del Ampa del colegio público Blasco Ibáñez de Museros. “En un mes tendremos que sentarnos a hablar porque no habrá fondos”, advierte Valdez, que espera que “la carta enviada por la consejería la semana pasada a los centros anunciado los pagos” se haga efectiva.
“Este año las multinacionales están haciendo una campaña más agresiva que otros años. Están yendo antes a los colegios para ofrecerse a llevarlos”, reconoce otro empresario, que también prefiere no dar su nombre para proteger su negocio de más de 25 años. Su empresa, de momento, no padece los estragos de la deuda de la Administración, pero sí admite que cada vez más las multinacionales “se aprovechan de la crisis”.
La Asociación de Empresas de Restauración Colectiva (Aercor) ha insistido en varias reuniones con la Dirección General y las tres Direcciones Territoriales de Educación del riesgo de dejar fuera de este mercado a las pequeñas y medianas empresas que trabajan con proveedores de alimentación locales y pagan todos sus impuestos y el de Actividades Económicas (IAE) en la Comunidad Valenciana, explican los empresarios.
Camps intentó la privatización
De modificarse el actual sistema de concurso público, como lo intentó el anterior gobierno de Francisco Camps para dejar en manos de una decena de multinacionales el negocio, se verían afectados más de 5.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
“La consejería quiere ir hacia una modalidad donde sea ella la que elija de a las empresas. Hasta ahora son los centros escolares, los que escogen de entre varias propuestas y seleccionan tres a escoger”, reflexiona Xavier Martínez, jefe de estudios del colegio de necesidades educativas especiales Sant Cristòfor de Sagunto, al que la consejería debe 140.000 euros de 2010 y 2011. “El colegio, dice, ha cambiado de proveedor está muy satisfecho con el servicio. Cualquier problema con los proveedores, en este caso la empresa que lleva el comedor escolar, nos afecta porque es parte de la comunidad educativa”, sostiene.
Las pequeñas y medianas empresas más afectadas son, con diferencia, las que trabajan para colegios en zonas con familias con menos recursos, en colegios de atención educativa singular (CAES) o en centros de educación especial, ya que todos los niños son becados y dependen, por tanto, íntegramente de la subvención de la Generalitat
"Las empresas medianas y pequeñas lo están pasando mal. Tienen dificultades", confirma Ginés Pérez, director del colegio público Fabraquer y presidente de la Permanente de Directores de Primaria de Alicante.
“Hemos dejado de cobrar, era eso o cerrar”
En Castellón, la deuda con los comedores escolares se ha ido paliando gracias a los remanentes que los colegios tenían de ejercicios anteriores, según explica la presidenta de FAPA-Castelló Penyagolosa, Dolores Tirado. “Pero la situación se agrava” apunta. En la provincia de Castellón hay cuatro empresas que cubren la práctica totalidad de los colegios. Son Intur, Airco, Ercomet y Cuinatur. Toda ellas siguen dando el servicio pese a que llevan sin cobrar desde el año pasado. “Tenemos facturas pendientes desde diciembre y de momento no hemos modificado nuestro servicio, solo intentamos hablar con las AMPAS para ver si puede haber algún tipo de anticipo”, explica Félix Segarra, gerente de Cuinatur, empresa que gestiona los comedores escolares de doce centros del interior de Castellón.
Pero la situación ha llegado al extremo en aquellos colegios cuyo comedor gestiona una pequeña empresa familiar. Es el caso del colegio de Torreblanca. Allí, las veinte trabajadoras del comedor han tenido que dejar de cobrar su sueldo para poder seguir dando el servicio. “Nos hemos tenido que sacrificar, era eso o cerrar”, explica una de las trabajadoras, porque los proveedores llevaban sin cobrar tres meses. “Los proveedores ya habían dicho que si no cobraban cortaban los suministros. O ellos o nosotros”, dice esta monitora.
La jefa de estudios del centro, Toñi Valbuena, explica que sólo han cobrado las becas del primer cuatrimestre del pasado año y que la deuda de la Generalitat es de unos 60.000 euros. “Teníamos mucho remanente y hemos podido ir tirando hasta ahora, la empresa hace lo que puede”, dice.
Y es que la deuda está ahogando tanto a las pequeñas empresas que su futuro es más que incierto. “No pueden competir y las grandes compañías se van a comer el mercado”, explican desde la asociación de directores de Infantil y Primaria.
La asociación estima la deuda del Consell en las becas de comedor de Castellón ronda cinco o seis millones. En una reunión la semana pasada recabaron datos y concretan que la deuda asciende a 15.000 euros en los centros de una línea, de 20.000 en los de dos líneas, entre 40.000 y 50.000 a los de tres y más de 70.000 a los colegios de cuatro líneas.
“En nuestro colegio deben todas las becas del curso 2010-2011 y de este curso 40.500 euros”, explica Francisco Pastor, presidente del Ampa del colegio El Pinar, en el Grau de Castellón. “El colegio había ido tirando de remanente, pero ya se ha terminado y el comedor se logra mantener gracias a los pagos del 70% de los niños que no tienen beca”.
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