La economía catalana ya ha entrado en recesión, según la Cámara de Barcelona

Cataluña ya está en recesión, según la Cámara de Barcelona. "Después de siete trimestres de recuperación, el crecimiento se desvanece", ha dicho esta mañana el presidente del organismo, Miquel Valls, en la presentación del Indicador de Clima Empresarial de la Cámara. El PIB caerá el 0,5% de enero a marzo en comparación con el último trimestre de 2011, cuando la caída fue del 0,4%. Dos trimestres de caída, recesión. Una palabra que sobrevuela desde hace semanas por los organismos económicos y que la Cámara ha llevado hoy al titular de su nota de prensa. Las perspectivas inmediatas son de empeoramiento: "No hay buenas señales a corto plazo". Valls ha advertido que en mayo habrá que revisar las previsiones a la baja. Si la Cámara para 2012 habló el año pasado de una caída de la economía del 0,9%, ahora ya habla abiertamente del 1,5% o del 1,7%.

Valls ha pintado un panorama muy negro, aunque no tanto como el de 2009, "el peor año de la crisis". El presidente de la Cámara ha explicado que incluso hay indicios para preocuparse respecto a las exportaciones catalanas, que crecen a un ritmo menor (de los dos dígitos de 2010 se ha pasado al 6,8% en noviembre y al 4% en diciembre de 2011) y caerán en el primer trimestre, aseguran los empresarios a los que el organismo ha preguntado. Con todo, la buena noticia es que diversifican mercados, exportan más hacia economías emergentes al tiempo que las ventas caen en la Unión Europea. También sigue siendo preocupante el poco acceso al crédito de las empresas, que frena las inversiones. Del informe, destaca como indicador positivo el comportamiento del sector servicios, el único que se salva de la debacle generalizada gracias al turismo. En general, del informe se desprende que los resultados son mejores para las empresas grandes, de más de 50 empleados. Facturan más, tienen mayor acceso al crédito, invierten más y exportan más.

La Cámara sitúa entre los factores que castigan la economía catalana el lastre de las viviendas nuevas sin vender, el peso de la deuda pública sobre el PIB y el nivel de deuda sobre el PIB. Por el contrario, entre los factores favorables subraya el alto grado de apertura exterior, la menor dependencia del consumo público y la reducción de la deuda de las empresas catalanas.

Respecto al tema del día, la flexibilización del objetivo de déficit, Valls ha esquivado la respuesta directa a la pregunta de si le parece que el Gobierno español debería flexibilizar el déficit de Cataluña. Con todo, ha respondido que en el caso de Cataluña, el panorama sería muy distinto si la Generalitat pudiera contar con los 759 millones de euros de la disposición adicional tercera y los 1.400 del fondo de competitividad que adeuda el Gobierno central. "Las cifras del déficit catalán serían otras con este dinero", ha dicho, y ha añadido que el esfuerzo "que ha hecho Cataluña no lo han hecho otras comunidades", mientras "el Estado debería cumplir con sus obligaciones".

Valls se ha mostrado contrario a futuras subidas de impuestos y pesimista sobre la evolución de la tasa de paro. "Hoy no tenemos elementos para pensar que puede mejorar", ha concluido.