“Innova llegó a ser tan opaca que en la calle nadie la conocía”
El holding se creó para agilizar inversiones, pero el modelo se pervirtió
Carles Pellicer (Reus, 1958) se dispone a transformar el holding Innova para adaptarlo a la difícil situación económica y limpiar su imagen, salpicada por las irregularidades cometidas por varios directivos y ediles. Para Pellicer, sin embargo, Innova no es una desconocida. Como edil de CiU y jefe de la oposición, él y sus compañeros han participado en su gestación y crecimiento desde consejos de administración, cargos de confianza y otras responsabilidades.
Pregunta. Quiere cambiar Innova, pero estuvo en sus órganos.
Respuesta. Sí, pero desde allí no tienes una imagen completa de lo que sucede. Te enteras solo de una parte de lo que ocurre.
P. ¿Qué le pasa a Innova?
R. Innova es un buen instrumento. Se creó para agilizar inversiones, pero el modelo se pervirtió. Sus gestores se dieron cuenta de que podían ir creando sociedades y pidiendo créditos a los bancos, hasta que llegó a ser ingobernable. Al final, los directivos tomaron decisiones no para dar servicio a los ciudadanos, sino para dárselo a ellos mismos. Había dinero que pasaba del Ayuntamiento a Innova, de allí a Redessa [filial de Innova] y después a un tercero como Tecnoparc [sociedad que, pese a estar participada de forma minoritaria por Innova, ha obligado al holding a asumir sus pérdidas]. Y de ahí, a cuartos como Recine [fondo de capital riesgo participado por Innova]. Ahora hemos buscado una fórmula para volver a su idea original.
P. ¿Cómo? ¿Se reducirá empleo? ¿Y el sueldo a los directivos?
R. Innova tiene que ser un instrumento más delgado y transparente, dividido en solo tres grupos. En la calle a Innova hoy no la conoce nadie, lo que muestra lo opaca que era. Estamos para dar servicio a los ciudadanos, no para hacer negocios o inversiones. No sé cómo quedarán los sueldos. Hay pocos cargos directivos, pero algún caso ha sido sonado. A algunos ya se les ha hecho saber que tienen que reducir sus ingresos. A otros no les afectará.
P. El Ayuntamiento tiene una deuda de 369 millones. ¿Qué venderán para hacerle frente?
R. En 2012 el déficit podría situarse entre seis y ocho millones de euros. Tenemos que externalizar el tanatorio y la gestión del cementerio. De momento estamos centrados en esta sociedad y después ya veremos, porque este gobierno necesita dinero.
P. ¿Qué pasará con las empresas fundadas con socios privados, como Shirota o Tecnoparc?
R. Estamos analizando estas sociedades con el objetivo de salir de ellas. Pusimos mucho dinero. Éramos socios minoritarios, pero los que más arriesgábamos, por eso costará salir. No tiene ningún sentido estar en una empresa de capital riesgo.
P. En los últimos tiempos se han destapado irregularidades. Estando en la oposición, ¿tenía conocimiento de estas actuaciones?
R. Sí, pero una cosa es oír cosas y la otra la información que nos daban. El exteniente de alcalde del PSC Eduard Ortiz desconocía, según dice, que otro concejal cobraba de Tecnoparc. ¿Cómo teníamos que saberlo nosotros? Había consejos de administración y, por lo que parece, paraconsejos, donde se reunían antes para aclarar las cosas entre ellos. Ya hemos puesto en conocimiento de la fiscalía el caso de Tecnoparc.
P. Cuando dimitió Josep Prat usted dijo sentirse “aliviado”.
R. En los seis meses en los que hemos gobernado con él en Innova, hizo un gran trabajo y nos ayudó mucho. Había mucho ruido y al final llegamos a un acuerdo. Aliviado significa tener menos presión. Era una situación incómoda por las dos partes.
P. ¿Y con todos los cargos que han pasado por Innova, como el exalcalde Josep Abelló?
R. No lo sé, visto lo visto no puedo poner la mano por nadie.
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