"Fácil, muy fácil"

"Si lo sé no estudio, no imaginaba que fuera tan sencillo", refunfuñaba ayer Mar Ortiz, alumna de 16 años que acababa de realizar las primeras pruebas que la Generalitat organiza en escuelas e institutos catalanes para conocer el nivel de cuarto de ESO. "Fácil, muy fácil", corroboraba su compañero Marc Olmos a las puertas del instituto Jaume Balmes. El optimismo era general entre los estudiantes, que destacaban la sencillez de las pruebas planteadas por el Gobierno catalán. "Aunque ya he tenido muchos exámenes que me han parecido fáciles y luego apruebo justito...", atemperaba Mar.

Unos 60.000 alumnos empezaron ayer los primeros exámenes que deben determinar si los estudiantes han alcanzado las competencias básicas antes de empezar el bachillerato. Una decena de problemas de matemáticas y un artículo periodístico que versaba sobre la propina centraron los exámenes. "Eran ejercicios fáciles", aseguró Jordi Guix, alumno del instituto Fort Pius. "Solo la estadística ha sido un poco complicada", señaló.

"Solo estadística ha sido un poco más dificil", señala un alumno tras realizar las pruebas

Las pruebas también deben servir para identificar los centros con peores resultados y aplicar políticas específicas para estas escuelas. En el curso 2009-2010, aproximadamente el 26% de los estudiantes aprobaron los estudios básicos con una o más asignaturas suspendidas, gracias al acuerdo de la junta de evaluación de sus institutos.

La prueba se centra en las competencias básicas siguiendo la referencia de los informes PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que cada tres años evalúan la destreza lingüística, numérica y científica de los estudiantes de 15 años.

El examen proseguirá hoy con la prueba de castellano y la de idioma extranjero, principalmente inglés, que incluirá una parte oral.

La Generalitat publicará los resultados de forma genérica a finales de marzo y solo entregará resultados concretos a los centros y familiares de los estudiantes. Este colectivo recibirá indicaciones y datos concretos sobre cómo actuar con sus alumnos e hijos en función de los resultados obtenidos. El Gobierno catalán rechaza elaborar ningún tipo de clasificación de escuelas y estudiantes para evitar comparaciones y no estigmatizar a aquellos que obtengan peores resultados.

El Gobierno informará a centros y familiares pero prescinde de clasificaciones para no estigmatizar

Las expectativas del Gobierno están en la línea del último informe PISA de 2009, que versó sobre comprensión lectora y que arrojó que el 14% de los alumnos carecían de las competencias mínimas en lectura y escritura.

Al tratarse de la primera prueba de competencias para este curso, habrá que esperar a los próximos años para disponer de series estadísticas que permitan comparar a los alumnos. La actuación sobre los institutos que obtengan resultados más bajos, sin embargo, empezará "de inmediato", ha señalado el Departamento de Enseñanza.

El próximo mes de mayo serán 1.500 alumnos catalanes de tercero y cuarto de ESO los que deberán participar en una nueva edición de la prueba PISA, que en esta ocasión se centrará en las matemáticas.