El TNC subraya la dimensión económica de ‘El mercader de Venecia’
Ramon Madaula es un Shylock humillado y peligroso; “como Mourinho”, dice Belbel
Habrá quien piense en su banco y en el pago de la hipoteca cuando el prestamista Shylock le exige a Antonio una libra de carne —preferiblemente de cerca del corazón— al no poderle abonar la deuda contraída. No está lejos esa impresión que puede tener el espectador del planteamiento de El mercader de Venecia, de Shakespeare, que estrena el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) el miércoles en una de las grandes citas teatrales de la temporada, con nueva traducción de Joan Sellent y un reparto de campanillas. “Su actualidad está hoy más clara que nunca”, dijo ayer de la obra su director, Rafel Duran, que ha optado por una puesta en escena contemporánea, con corbatas, teléfonos móviles, ordenadores portátiles, iPods e iPads y la inversión naviera del mercader de Venecia yéndose a pique a resultas del tsunami japonés.
Duran recoge el pesimismo de nuestra época para insuflárselo a una pieza que no se montaba en Cataluña desde que lo hizo en 1994 el propio director actual del TNC Sergi Belbel. “La economía se infiltra en esta obra de manera poderosa e implacable”, subrayó ayer Belbel, que apuntó que el Shylock que encarna ahora Ramon Madaula “hará historia”. Para Madaula, al que nunca se le ha visto la nariz tan aguileña y que luce un aire a lo Al Pacino (que hizo su propio Shylock en el cine en 2004), el judío es “un hombre humillado”, y “eso lo hace muy peligroso”. A lo que Belbel acotó bajito: “Con Mourinho pasa”. “Lo pensaré”, respondió Madaula. El juicio del tercer acto, en el que se emplean triquiñuelas legales, también ofrece un sugerente campo de comparaciones con la actualidad de la primera página de los diarios, reflexionó Duran. “Y no diré nombres”. Tampoco habló de trajes.
Duran no ha querido subrayar el tema gay, dijo, “pero está ahí”
Anna Ycobalzeta es Porcia y Àlex Casanovas, Antonio, el mercader enredado en la usura de Shylock y que tiene una intensa amistad con Bassanio (Roger Coma), considerada generalmente homoerótica. Duran no ha querido subrayar el tema gay, dijo, “pero está ahí”. Como lo está el antisemitismo. El director señaló que el Holocausto ha cambiado radicalmente nuestra lectura moderna de ese aspecto de la obra, lo que no es del todo justo, objetó, pues los tópicos de Shakespeare al respecto son más “de bromas de los madrileños con los catalanes por garrepes” que de pogromo o Kristallnacht. Coma, que consideró el amor gay de su personaje muy explícito, dejó la frase del día: “Shakespeare está muy sobrevalorado”(!).
Hablando de mercaderes y el cruel uso del cuchillo, salió a colación el tema de los recortes en el TNC. Belbel dijo que ya llevan tiempo haciéndolos y que les causan menos sorpresa al depender de una sola Administración. Desde la temporada 2007-2008 con 24 espectáculos se ha pasado a los 15 de la actual. Durante 2011 se redujeron los gastos de personal el 6% y la plantilla el 5%.
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