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Restaurar lo ya restaurado

La caída de algunas piezas de cerámica de los torreones del edificio de Puig i Cadafalch obliga a intervenir de nuevo en el inmueble tras la reforma integral de 2003

José Ángel Montañés
Los andamios abrazan de nuevo el emblemático edificio modernista de Puig i Cadafalch en la Diagonal de Barcelona
Los andamios abrazan de nuevo el emblemático edificio modernista de Puig i Cadafalch en la Diagonal de BarcelonaCarles Ribas

La Casa de les Punxes, considerada una de las obras más importantes del arquitecto Josep Puig i Cadafalch y construida en medio de la Diagonal, es inconfundible por sus torreones de color anaranjado, que ponen en evidencia la pasión de su autor por la arquitectura gótica del norte europeo. Pese a haber sido restaurada íntegramente en 2003, estos días unos enormes andamios ocultan de nuevo parte de la fachada, en especial sus seis torres, e impiden a los turistas fotografiar todo el esplendor de este castillo urbano. Se han instalado con el objetivo de poner fin al desprendimiento y la caída de tejas de cerámica de los torreones cónicos, que comenzó a producirse hace ya un par de años, aunque por suerte siempre han caído sobre el tejado y no en la calle. Las obras no han comenzado hasta que se ha consensuado la solución entre la propiedad, los técnicos municipales y los de la Generalitat.

“La única forma de poder acceder a los torreones es montar estos andamios desde la calle, ya que no se puede hacer desde la cubierta. Parece aparatoso, pero la intervención no es muy grande”, asegura Joan Pons, de Penta, la empresa que realiza los trabajos. “Se van a consolidar las tejas de cerámica de los seis torreones, para lo que hemos tenido que proteger también con lonas la decoración floral de piedra de las tribunas y los balcones de la fachada”, asegura Pons.

La restauración del año 2003 obtuvo un premio del Urban Land Institute como una de las cinco intervenciones europeas más destacadas

Fuentes del Instituto Municipal del Paisaje Urbano, que supervisa los trabajos junto con Patrimonio Arquitectónico, aseguran que también se realizará una limpieza de la piedra, se comprobará el estado de conservación del resto de la fachada y se repasarán los elementos de forja de los balcones. Además, aprovechando los andamios, se procederá a normalizar la imagen exterior de los establecimientos de la planta baja y se homogeneizará la dispersión de focos de iluminación. Los trabajos concluirán en mayo, afirman.

Se da el caso de que el edificio fue sometido a una reforma integral cuando era propiedad de Colonial, la inmobiliaria de La Caixa, que puso patas arriba toda la casa en unos trabajos que concluyeron en 2003 tras eliminar añadidos, sobre todo las viviendas de los porteros y los almacenes y trasteros que se construyeron en las azoteas, y recuperar los elementos patrimoniales originales. La reforma, en la que se invirtieron 4,5 millones de euros, fue reconocida en 2004 por el Urban Land Institute Europe Excellence Award como una de las cinco intervenciones en patrimonio europeo más destacadas. Entonces los criterios sobre cómo fijar las tejas fueron motivo de discusión entre Patrimonio y los responsables de los trabajos, y prevaleció el criterio de los arquitectos, lo que, en vista de las necesidades actuales, no fue la opción idónea.

Los criterios sobre cómo fijar las tejas habían sido motivo de discusión

La Casa de les Punxes es el nombre popular de la casa Terrades, un edificio construido en 1905 tras reunir tres viviendas anteriores de las hermanas Terrades. Declarada Monumento Histórico Nacional en 1975, es propiedad del grupo Texna, la empresa que dirige Pedro Vidal, que la adquirió en septiembre de 2010 a la inmobiliaria Colonial por 25 millones de euros. Tras la venta, la Generalitat no ejerció el derecho de tanteo que le permite la ley, es decir, igualar la oferta del comprador y adjudicarse el edificio, dado su valor histórico-artístico. Pedro Vidal, empresario del sector inmobiliario propietario de Texna, que cuenta con naves industriales en el Vallès y en el norte de Barcelona, no ha querido informar sobre los trabajos, manteniendo la discreción que le ha caracterizado desde que se supo que había adquirido este inmueble único.

Colonial consiguió que la casa de Puig i Cadafalch pudiera tener un doble uso: como vivienda y como oficina, y los nuevos dueños lo han mantenido. Actualmente ocupan el edificio (de cinco plantas, con tres escaleras y dos viviendas por rellano) una docena de inquilinos, entre locales de la planta baja, oficinas y viviendas. Tiene una superficie cercana a 7.000 metros cuadrados, que según consta en Internet pueden ser alquilados a 17 euros el metro cuadrado, un precio considerado medio-bajo por los especialistas.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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