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‘L’illa deserta’: la isla de Miki Esparbé y Maria Rodríguez

El amor, el azar y el conformismo recorren esta comedia romántica de Marc Artigau con todos los números para convertirse en éxito

Escena de L'illa deserta
Una escena de 'L'illa deserta' con Miki Esparbé y Maria Rodríguez.MARC MAMPEL
Oriol Puig Taulé

“¿Qué te llevarías a una isla desierta?”. Esta pregunta en vías de extinción resiste en cuestionarios divertidos o entrevistas de periodistas vagos o poco imaginativos. Es una forma fácil y rápida de detectar cuáles son las prioridades de nuestro interlocutor, y una vez el gran Josep Maria Bachs la respondió de manera brillante: “El Corte Inglés”. L’illa deserta es la nueva comedia de Marc Artigau, escrita y dirigida por él mismo en La Villarroel, y tiene todos los números para convertirse en un éxito. El amor, el azar, lo que fue y lo que podría haber sido se reúnen en un texto amable protagonizado por dos grandes actores: Maria Rodríguez y Miki Esparbé. Estas dos bestias escénicas dominan la palestra incluso antes de empezar, se sienten comodísimos en el género de la comedia y tienen una química imbatible. Marc Artigau puede estar muy agradecido a los dos, ya que ellos salvan y hacen brillar una comedia escrita a base de tópicos. Que, como ya sabemos, no por ello dejan de ser verdad.

El inicio de la obra —dos desconocidos quedan encerrados en un ascensor— es un cliché que hace sonrojar. Punto de partida de infinitas obras de teatro amateur, finales de curso y piezas de microteatro. Artigau rompe la acción enseguida y hace que sus personajes (sin nombre, simplemente “ella” y “ell”) rememoren su infancia. La nostalgia es un recurso infalible para atrapar al público —el autor lo practicó en Aquellos días azules a partir de poemas y canciones infantiles— y aquí solo es necesario que Esparbé imite “la santa trinidad de los años ochenta” (Jordi Pujol, Josep Lluís Núñez y Juan Pablo II) para meterse a los espectadores en el bolsillo. Tanto él como Maria Rodríguez tienen la verdad en la mirada, pero el personaje de ella es mucho más interesante: demostración práctica que se puede amar a La Polla Records y a Britney Spears a la vez y no estar loco.

Los recursos dramatúrgicos del autor combinados con el talento de los intérpretes crean un cóctel irresistible

La estructura de la obra es simple: veremos tres historias en una o, lo que es lo mismo, la que podría haber sido entre los dos y las que tuvieron cada uno por su lado. La impredecibilidad del azar, la suerte y el conformismo recorren un texto que no pretende reinventar ni deconstruir la comedia romántica: un Smiley heterosexual, para entendernos. El mundo retratado por Artigau vive en un presente ideal, desconectado de los debates de género actuales, con parejas que esperan “un niño” o “una niña”, monogamia y estabilidad. “¿Tú eres feliz?”, le pregunta él a ella: “Yo estoy contenta”. El autor cita a Javier Marías, tanto en el programa de mano como en el texto, afirmando que todos somos las sobras, el segundo plato de alguien. Nuestras historias de amor tiñen de épica y romanticismo lo que es, en realidad, una rifa de pueblo.

Los recursos dramatúrgicos de Artigau combinados con el talento interpretativo de Esparbé y Rodríguez acaban creando un cóctel irresistible: comedia romántica para todos los públicos. Si la nostalgia nos hace pensar en nuestra propia infancia, el final juega indisimuladamente la carta de la emoción. El truco funciona, porque Artigau conoce los mecanismos y todos seremos (o somos) viejos algún día. Un metateatral y necesario epílogo cumple la función desengrasante de acabar en alto, y son otra vez Maria Rodríguez y Miki Esparbé quienes hacen posible el milagro. L’illa deserta podría estar en cartelera durante meses. Girará, se reprogramará y volverá a triunfar, sin ningún tipo de dudas. A veces no hace falta inventar la Coca-Cola para dar con la fórmula del éxito. L’illa deserta es una zarzaparrilla.

‘L’illa deserta’. Texto y dirección: Marc Artigau i Queralt. Intérpretes: Maria Rodríguez y Miki Esparbé. La Villarroel. Barcelona. Hasta el 2 de julio.

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Sobre la firma

Oriol Puig Taulé
Oriol Puig Taulé (Sabadell, 1980) es crítico y cronista de artes escénicas. Es licenciado en Historia del Arte y tiene un Máster en Estudios Teatrales por la Universidad Autónoma de Barcelona. Coordina la sección de teatro y danza del digital cultural 'Núvol', y lo encontraréis en los escenarios más insospechados

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