‘Smiley’, el placer y el dolor del sexo
El guion de Guillem Clua es sólido y brillante en ese esfuerzo por mostrar las complicaciones de las relaciones sentimentales

Quizá lo primero que se puede decir de Smiley, la explosiva celebración de la LGTB, es que todo el reparto, desde los protagonistas a los secundarios, desarrollan sus papeles con excelencia. Es la demostración de que una industria audiovisual consolidada genera y permite en sus disciplinas técnicas y artísticas un caldo de cultivo imprescindible para que surja la calidad. Lo cuantitativo produce lo cualitativo, de igual modo que una confusión en un mensaje de un teléfono móvil puede desembocar en una apoteosis de la pasión homosexual.
Carlos Cuevas, Miki Esparbé, Maritxell Calvo o Pepón Nieto, por citar tan solo a unos pocos, consiguen una gran credibilidad en sus papeles. El guion de Guillem Clua, adaptación de su propia obra de teatro, es sólido y brillante en ese esfuerzo por mostrar las complicaciones de las relaciones sentimentales en las que la atracción sexual es la base del placer y el dolor, o como los humanos reconvertimos lo primigenio en un enrevesado cúmulo de dificultades.
Sus ocho capítulos (Netflix), bajo la dirección de David Martín Porras y Martha Pahissa, son un tratado sobre esa “unión de dos babas”, como definió el amor Cioran, con un Pepón Nieto rindiendo homenaje a Divine y al ya olvidado Paco España, un adelantado del transformismo en las postrimerías del largo tiempo del silencio, y todo ello en una Barcelona moderna y cosmopolita, la misma que permite confluir en un local “de ambiente” a un joven y tímido arquitecto con un camarero adicto a los gimnasios sin olvidarnos de los inmigrantes latinoamericanos. Dicho con otras palabras, Smiley es real como la vida misma, a ti te encontré en la calle y no me devuelvas nada y quédate conmigo. El resto es literatura.
Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Más información
Archivado En
Últimas noticias
Putin reitera su apoyo a Maduro por “defender la soberanía nacional frente a la creciente presión externa”
Las fuertes lluvias inundan en Gaza miles de tiendas de campaña de desplazados y una bebé muere de hipotermia
Telefónica reduce en otras 38 salidas los afectados por el ERE en tres filiales
Entre temblores y réplicas
Lo más visto
- Lituania declara el estado de emergencia para hacer frente a la oleada de globos procedentes de Bielorrusia
- Uno de los periodistas del juicio del fiscal general: “Conmino al Supremo a que deduzca testimonio”
- La asociación de fiscales progresistas ve en la sentencia del Supremo “un giro constitucionalmente letal”
- La UCO detiene a la exmilitante del PSOE Leire Díez y al expresidente de la SEPI Vicente Fernández
- El Congreso estudia una proposición de ley para unificar a todos los funcionarios de categoría A en un único grupo































































