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‘Entre Este y Oeste’, el viaje iniciático de Anne Applebaum al corazón de la guerra de Ucrania

La invasión rusa pone de actualidad este erudito y vibrante libro de la periodista estadounidense, que ya alertaba en 1994 de la enquistada inestabilidad geopolítica de la zona

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, con los periodistas Jeff Goldberg y Anne Applebaum, en Kiev en abril de 2022.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, con los periodistas Jeff Goldberg y Anne Applebaum, en Kiev en abril de 2022.Christopher Occhicone (Redux / ContactoPhoto)
Juan Luis Cebrián

“Durante un milenio, la geografía de las tierras fronterizas de Europa ha determinado su destino”. Así comienza Anne Applebaum el relato de su viaje desde Kaliningrado hasta Odesa hace más de tres décadas y cuya primera edición fue publicada en 1994. La actual, que data del pasado mes de enero, viene precedida de una introducción redactada a la luz de los acontecimientos posteriores y bajo la presión ambiental provocada por la invasión rusa del este de Ucrania y el enquistamiento de una guerra que ya dura un año y amenaza con prolongarse todavía mucho más. Applebaum es una periodista americana, prestigiosa ganadora de un Pulitzer por su libro Gulag, corresponsal que fue del The Economist en Polonia y casada con un periodista polaco que fue ministro de Asuntos Exteriores de su país entre 2007 y 2014. Se trata de una auténtica experta en la historia de esa área geopolítica, autora, además, de un relato sobre la hambruna provocada por Stalin en Ucrania que produjo más de 10 millones de muertos y que ella, de origen judío, compara con el Holocausto. En repetidas ocasiones ha declarado a la prensa que la única solución aceptable para el conflicto bélico actual es la victoria de Kiev. En su introito a esta nueva edición de Entre Este y Oeste, elogia “la feroz y patriótica defensa de los valores liberales de Zelenski” y pone de relieve que ha hecho de Ucrania un país muy diferente del que era cuando ella escribió el libro. Añadiré por mi parte, sin embargo, que antes de la invasión difícilmente podía definírsele como un país democrático al uso.

Para la autora, la única solución aceptable para el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania es la victoria de Kiev

Estamos en cualquier caso ante la apasionante narración de un viaje casi iniciático por las fronteras que dividen a Europa de Asia. De su lectura se concluye que, pese a las opiniones actuales de su autora, será difícil que la actual contienda bélica pueda terminar con una victoria clara de una de las dos partes. El conflicto no es solo entre Moscú y Kiev, afecta a la construcción de un nuevo orden mundial y la Alianza Atlántica es un actor más determinante que el de simple suministrador de armamento y munición al ejército ucranio.

Applebaum recorre los caminos que van desde Kaliningrado hasta Transnistria y Odesa. En su relato mezcla la erudición histórica con la literatura de viajes. Nos ilustra sobre el devenir de Alemania, Polonia, Lituania, Rusia, Bielorrusia, Ucrania y Moldavia, con inevitables aunque marginales alusiones a Rumania. Nos hallamos pues ante un informe pormenorizado sobre la inestabilidad geopolítica de la zona a través de los siglos. Ella lo describe así: “El viajero puede conocer a una persona nacida en Polonia, criada en la Unión Soviética y que en la actualidad vive en Bielorrusia, todo ello sin haber salido nunca de su pueblo”. Como prueba basta la definición del nombre de las ciudades de acuerdo con los cambios de soberanía: la actual Kaliningrado rusa fue el Königsberg alemán; Vilna, capital lituana, antes se llamó Vilnius, y también fue Wilno para los polacos; Lviv, cuyo nombre ha salpicado las noticias de la guerra en nuestras televisiones, radios y periódicos, se fundó como Leópolis y fue la Lwow polaca antes de que Stalin despojara a Polonia de grandes territorios para entregárselos a la Ucrania actual. Chernivtsí, capital de la Bucovina moldava, fue predio de la nobleza polaca; ocupada por el imperio turco, este acabó entregando la plaza a los Habsburgo. A partir de entonces se llamó Czernowitz, “una de las legendarias ciudades germanoparlantes del Este y avanzadilla del imperio” austrohúngaro. Cuando este se deshizo, se convirtió, en 1919, en la capital de la provincia rumana de Bucovina. Volvió a rebautizarse como Cernäuti. Tras la II Guerra Mundial, el ejército soviético invadió el territorio, que fue entregado también a Ucrania, y la ciudad se llamó Chernovstý.

La última escala del viaje, antes de coronar la meta en Odesa, fue la rumana Chisináu, antigua Kishinev rusa y actual capital de Modalvia, arrebatada a Rumania y uno de los Estados de la Unión Soviética que obtuvo su independencia. En Moldavia permanece un enclave moscovita: Transnistria, cuya capital, Tiráspol, fue fundada por Catalina la Grande. El ejército ruso mantiene allí todavía hoy una tropa de 2.000 o 3.000 soldados.

La autora asegura que en los Estados pos-soviéticos “el nacionalismo, en sus formas más benignas, era necesario”

En su prólogo original, la autora asegura que “cualquiera que crea en la democracia y en la reforma económica sabe también que el nacionalismo pos-soviético fue una necesidad práctica; … para que la democracia arraigara después de tantas décadas (o siglos) de tiranía, la gente tenía que identificarse con sus gobiernos, creer que el bienestar de su país comportaría su propio bienestar”, y concluye que “el nacionalismo, en sus formas más benignas, era necesario”. Una afirmación cuando menos discutible. Ese nacionalismo (benigno y no tanto) fue el camino seguido por la OTAN en la antigua Yugoslavia, cuya destrucción y fragmentación supone una amenaza para el proyecto de la Europa unida; es el modelo (benigno y no tanto) perseguido ahora por Polonia y Hungría o el que ha llevado a discriminar a las minorías rusoparlantes en los países del Báltico.

En cualquier caso, la lectura de este viaje por las fronteras de Europa no defrauda en absoluto. Nos descubre un mundo ignoto para gran parte de los españoles e hispanoamericanos de hoy, que merecen más y mejor información sobre las causas y riesgos de la guerra de Ucrania. La autora asegura que, de los Estados que describió en su momento, “solo de Lituania puede decirse que ha logrado alcanzar cierto grado de estabilidad”, y confiesa que si aún cabe atribuir un valor a su escrito es el de constituir “el registro documental de una experiencia que no puede repetirse”. Por desgracia, amenaza con hacerlo si no se logra cuanto antes un alto el fuego en Ucrania.

Portada de 'Entre Este y Oeste. Un viaje por las fronteras de Europa, de Anne Applebaum. EDITORIAL DEBATE

Entre Este y Oeste. Un viaje por las fronteras de Europa

Autora: Anne Applebaum.


Traducción: Francisco J. Ramos Mena.


Editorial: Debate, 2023.


Formato: tapa blanda (360 páginas, 22,71 euros), e-book (10,44 euros) y audiolibro (16,19 euros).

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