La violencia pornográfica de una prostituta en Israel

La autora israelí no desaprovecha una palabra. Ni un espacio en blanco. Por el contrario, juega con un lenguaje que deja lugar al silencio en sus capítulos cortos y lo hace en un vuelo certero que da voz a una joven prostituta mientras da voz a todas. Eitan enfoca a las mujeres, enfoca la violencia sexual, enfoca la vida. Y enfoca a los clientes, al ortodoxo obeso que ha elegido a dos de ellas, a quienes las prefiere rubias, morenas, capaces de hacer todo, que giman con los azotes y que se vayan rápido. A quienes se creen dueños del cuerpo ajeno hasta el nivel de la violencia. Todos quedan esbozados.

Donde hay una prostituta hay pasado, nos viene a decir Eitan. Y hay un cliente o en realidad hay muchos, porque la noche es larga y el chófer de la empresa las va llevando de una dirección a otra según entran los pedidos. Siete. Ocho hombres. Parecidos gustos. Similares rutinas. Sin ser procaz, el libro brota de una realidad escondida que está más cerca de lo que creemos. El vaso en el que aplastan las colillas, las razones para dedicarse al oficio, las que se suben del coche, las que se bajan. Todo está tan insinuado como sentenciado. Y tan clavado que en ciertos momentos parece documental. ¿De dónde salió?

“Nunca he pensado en Amor como un trabajo documental, sino de ficción”, responde la escritora nacida en Tel Aviv por correo electrónico. “Eso me permite el tipo de libertad que la ficción garantiza y exige a los escritores. Aunque soy consciente de los discursos que rodean la prostitución en Israel y en todo el mundo, decidí que para contar la historia de Libby —la protagonista— tenía que usar mi imaginación”.

Eso significa que no hay investigación al modo periodístico. Por el contrario, “traté de describir la violencia de una manera altamente estetizada, incluso a sabiendas de que usaba un lenguaje pornográfico”. Esa elección le permitió, cuenta Eitan, crear un mundo en el que “la prostitución se acerque y refleje las relaciones más heteronormativas entre hombres y mujeres”. “En última instancia, estaba interesada en las formas en que la violencia, y en particular la violencia sexual, se infiltra en nuestros espacios más preciados y aparentemente protegidos. Al moverse entre esos dos territorios (el de la prostitución y el del amor), Libby puede experimentar y reflexionar sobre cómo la intimidad y la violencia pueden coexistir y, a menudo, están interconectadas”.

¿Y puede la prostitución ser una libre elección? “No soy quién para responder a esto”, concluye Eitan. “Pero en mi libro y para mi protagonista, interesada en las relaciones con los hombres, la prostitución y la violencia, aunque parezca que ella ha sido libre para elegir, es una elección problemática”.

Crecer fue un error, concluye la protagonista en el monólogo interior que recorre esta novela. Pero volver a la casilla de salida es imposible. Por ello Amor nos regala literatura, nos regala preguntas y nos regala una historia tan triste como esencial y a la vez vital. ¿Qué más se puede pedir?

Quién: Maayan Eitan, escritora israelí.

Qué: Amor (Periférica).

Cuándo: La acción transcurre en la actualidad.

Dónde: En Tel Aviv.

Cómo: Mediante el monólogo interior de una prostituta testigo de la vida escondida, nocturna, de una sociedad en la que se cobija la violencia, también sexual.

Amor

Autora: Maayan Eitan.

Traducción: Gerardo Lewin.

Editorial: Periférica, 2022.

Formato: tapa blanda (112 páginas, 13,50 euros) y e-book (8,54 euros).

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