La correspondencia entre Strauss y Zweig, lo nuevo de Ali Smith y otros libros de la semana

De pronto, al cabo del tiempo, una novela despierta muchos años después de su aparición e ilumina la literatura. Es lo que ha ocurrido con El caballo ciego, de Kay Boyle, autora estadounidense que fue corresponsal de The New Yorker y víctima del macartismo. Se trata del relato de una relación a tres, pero no el clásico trío, sino un triángulo familiar de tres vértices: pa­dre, madre e hija, y es una obra suprema elegancia, suprema precisión y supremo uso de la sugerencia. En el terreno del ensayo, Lecturas de la violencia vasca ofrece un conjunto de textos contra “la indiferencia moral, el miedo y una falta de empatía por el dolor ajeno”. Este dolor es el de las víctimas del terrorismo etarra y del contraterrorismo de Estado, una violencia que acabó con las vidas de cientos de españoles inocentes.

Tras Ficciones para una autobiografía, premio Nacional y de la Crítica, Ángeles Mora vuelve a la actualidad con Soñar con bicicletas, cuyas estampas funcionan como microhistorias cotidianas que desembocan en un corolario trascendente. En su nueva novela, Chica conoce chico, Ali Smith presenta una obra ágil hecha a base de capas y matices de variada procedencia que remite al año en el que fue escrita, 2007, sin que por ello se resienta, pues uno de sus cimientos es, por supuesto, el cambio, la transformación. Sueños lúcidos, de Javier García Campayo es un ensayo que demuestra cómo el sueño está recibiendo recientemente la atención que se merece. Las cartas que recoge el volumen Correspondencia (1931-1935), cruzadas entre el escritor austriaco Stefan Zweig y el compositor bávaro Richard Strauss, testimonian la fructífera cooperación artística que los unió durante cuatro años, hasta que los nazis alcanzaron el poder en Alemania. Y en Lo que no vemos, lo que arte ve, Graciela Speranza expone por medio de ejemplos cómo los artistas contemporáneos han sido capaces de anticiparse a acontecimientos decisivos como el cambio climático y la vigilancia en internet.

'El caballo ciego', de Kay Boyle  

El tiempo hace justicia a la escritora Kay Boyle, corresponsal de 'The New Yorker' perseguida por el macartismo. El caballo ciego es una obra maestra absoluta. Crítica de José María Guelbenzu.

'Lecturas de la violencia vasca', de varios autores 

La violencia ayudó a forjar un sentimiento nacionalista irredento en Euskadi cuyos protagonistas matarifes fueron iluminados por la aureola del patriotismo. Crítica de Juan Luis Cebrián.

'Soñar con bicicletas', de Ángeles Mora 

La Premio Nacional vuelve a la actualidad con este libro, cuyas estampas funcionan como microhistorias cotidianas que desembocan en un corolario trascendente. Crítica de Luisn Bagué Quílez.

'Chica conoce chico', de Ali Smith 

Ali Smith despliega sus virtudes en esta novela: la ligereza coloquial, la vena lírica, el humor y la trascendencia de las ideas. Crítica de José Luis de Juan.

'Sueños lúcidos', de Javier García Campayo 

El psiquiatra Javier García Campayo revisa las técnicas de la ciencia y el chamanismo que permiten controlar los contenidos del sueño y orientar su desenlace. Crítica de Juan Arnau.

'Correspondencia (1931-1935)', de Richard Strauss y Stefan Zweig 

Las cartas revelan que el compositor necesitaba “un nuevo Shakespeare” como libretista y ése sólo podía ser Zweig, pero el escritor judío era un apestado para el régimen nazi. Crítica de Luis Fernando Moreno Clarós.

'Lo que no vemos, lo que el arte ve', de Graciela Speranza 

La argentina Graciela Speranza defiende la clarividencia de la plástica y la literatura para predecir los problemas que definen el estado del mundo. Crítica de Silvia Hernando.

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