La poesía de la Premio Nacional Ángeles Mora: microhistorias cotidianas de conciencia y voluntad
La autora publica ‘Soñar con bicicletas’, cuyas estampas desembocan en un corolario trascendente
Tras Ficciones para una autobiografía, Premio Nacional y de la Crítica, Ángeles Mora vuelve a la actualidad con Soñar con bicicletas, cuyas estampas funcionan como microhistorias cotidianas que desembocan en un corolario trascendente. La revisión de los tópicos eternos y la inversión de los estereotipos de género protagonizan el primer apartado, ‘Mi vida secreta’, que agita el tempus fugit (“mientras la vida vuela / por dentro de mí misma”) y el carpe diem (“disfruta y atesora / conciencia y voluntad”). Asimismo, estos versos diseñan la imagen de una mujer que transgrede los clichés identitarios, mira con recelo el espejismo de un vestido de novia y desconfía de la manzana que le tiende un tentador Adán. En la segunda sección, ‘La luz del poema’, las parábolas acerca de la escritura alternan con homenajes en los que se mezclan memoria personal e historia de la literatura: un recital de Alberti en la Alhambra, Teresa de Jesús por senderos místicos o María Teresa León perdida en el dédalo del exilio son algunas de las presencias tutelares de unas viñetas que rehúyen la afectación culturalista. El vuelo imaginativo muestra su reverso siniestro en la tercera parte, ‘Underworld’, una inmersión en el trasmundo onírico que contagia su desasosiego a otros miedos privados (la soledad) o públicos (las crisis migratorias). La tersura enunciativa se ve aquí zarandeada por sacudidas expresionistas cuya violencia se extiende a las mujeres rotas que aparecen en los telediarios, al “poderoso caballero” adicto a los paraísos fiscales y a una pandemia de la que íbamos a salir mejores. El bloque final (’El largo adiós’) se erige en un conturbador réquiem dedicado a Juan Carlos Rodríguez, que fue la pareja de la escritora. Las lecciones de duelo se concretan ahora en vestigios de una intimidad compartida: unos billetes de tren, el cerco de un cigarro o una carta en el buzón son a la vez las “dulces prendas” halladas para desgracia de Garcilaso y el “polvo enamorado” de un Quevedo posmoderno que, gracias a la química, transforma el amor constante en partículas con destino al infinito. Y es que las bicicletas (aunque solo existan en sueños) no son únicamente para el verano, sino que suponen un pasaporte hacia la libertad.
Soñar con bicicletas
Autora: Ángeles Mora.
Editorial: Tusquets, 2022.
Formato: tapa blanda (144 páginas, 16 euros) y e-book (9,99 euros).
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